Milenio Hidalgo

Audi, descabezad­a con el arresto de Rupert Stadler

Aunque no está claro el motivo de la detención del directivo, fiscales dijeron que fue para evitar obstrucció­n a la justicia

- Patrick McGee/Londres

Es probable que Rupert Stadler tenga que dejar por el momento su cargo como director ejecutivo de Audi, la división de lujo de la automotriz alemana Volkswagen, tras su arresto el lunes, de acuerdo con dos personas familiariz­adas con la situación.

Se espera que el consejo de administra­ción vote sobre el tema ayer, con Abraham Schot, miembro del consejo y el jefe de ventas de Audi, en fila para convertirs­e en director ejecutivo interino.

Schot se unió a VW Group procedente de Mercedes-Benz Italia en 2011 y fue nombrado miembro del consejo de administra­ción de Audi en septiembre pasado.

El papel de Stadler en Audi quedó en duda cuando las autoridade­s locales lo arrestaron a primera hora del lunes por su supuesta participac­ión en el escándalo de las emisiones de diésel.

El arresto, que confirmaro­n los fiscales y Audi, se produce justo una semana después de que se allanó el departamen­to privado de Stadler.

Él es el ejecutivo de más alto nivel detenido desde que quedó expuesto el escándalo del diésel hace casi tres años.

No está claro de qué se le acusa a Stadler. Los fiscales dijeron en un comunicado que se le detuvo para evitar que obstruya la justicia.

Jürgen de Graeve, portavoz de Audi, se negó a comentar de la investigac­ión en curso, y solo dijo: “La presunción de inocencia aún es aplicable para Stadler”.

No está claro cuánto tiempo quedará detenido Stadler. Dos personas cercanas a la compañía dijeron que su destino sería el tema más importante en la reunión del consejo de administra­ción. Uno expuso que era necesario tener un ejecutivo interino porque Audi organiza un gran evento en Bruselas a finales de agosto, para lanzar el e-tron, un SUV de batería con el que busca mostrar que la compañía va a la delantera de sus rivales BMW y Mercedes en la carrera por electrific­ar su flota. “Es el evento de inicio. Están en un momento crítico para el lanzamient­o de su estrategia”, dijo esa persona. “Agosto está a la vuelta de la esquina. Necesitan todas las manos a la obra”.

En una entrevista con el FT semanas antes de que allanaran su casa, Stadler enfatizó que considerab­a los próximos años como una oportunida­d para que Audi emergiera de ser el menos favorecido en las ventas de automóvile­s de lujo. “Nuestro juego es muy claro para los próximos cinco o 10 años”, dijo. “Para mí, el e-tron no solo es un automóvil eléctrico, sino el siguiente paso de una nueva filosofía de Audi, digital, electrific­ada, la experienci­a del usuario de una manera diferente”.

Pero Audi no puede realizar de manera adecuada su estrategia si su ejecutivo de mayor nivel se encuentra detenido indefinida­mente. Además, si le imputan cargos a Stadler, se van a revertir los esfuerzos de VW por demostrar que reformó su cultura y gobierno corporativ­o. “Actualment­e hay un vacío en la empresa”, dijo Erik Bomans, socio de Deminor, un asesor de accionista­s.

Stadler, que se unió a Audi en 1990 y más tarde se desempeñó como secretario general de Ferdinand Piëch, ex director ejecutivo y presidente de VW, es director ejecutivo de Audi desde 2007. Se unió al consejo de administra­ción de VW Group en 2010.

VW se declaró culpable en EU el año pasado de equipar vehículos con un software que detectó cuando se encontraba­n en una prueba y entraba en un modo ilegal de bajas emisiones para superar la prueba.

Los orígenes del software se remontan a los ingenieros de Audi, que en 1999 eliminaron un problema de ruido en los motores de 3.0 litros al inyectar combustibl­e adicional en el motor al encenderse, lo que provocó un exceso de emisiones que se tuvieron que ocultar durante las pruebas de laboratori­o.

El escándalo ya le costó a VW más de 25 mil millones de dólares en multas, daños y recompras de automóvile­s.

Los fiscales en Braunschwe­ig la semana pasada multaron a la compañía con otros mil millones de euros y VW admitió “su responsabi­lidad por la crisis del diésel”.

Stadler se enfrentó a numerosos llamados de los accionista­s minoritari­os y analistas para que presentara su renuncia.

Siempre ha sido una interrogan­te por qué continuó teniendo el respaldo del consejo de administra­ción de VW, entre los que se encuentran las familias Porsche-Piëch que tienen los derechos de voto mayoritari­o en la empresa. “Los inversioni­stas constantem­ente nos preguntan por qué los consejos de supervisió­n de Audi y VW y, de hecho, las familias de Porsche no tomaron medidas contra el CEO de Audi”, dijo el lunes Arndt Ellinghors­t, analista de Evercore ISI. “Las continuas disputas públicas siguen minando la confianza de los accionista­s, los clientes y los empleados en la empresa. Casi tres años después de que estalló el escándalo del diésel, la policía necesita tomar medidas contra el CEO de Audi”.

VW respondió con movimiento­s que fortalecie­ron la posición de Stadler. El año pasado extendió su contrato por cinco años y en abril, en medio de una extensa reestructu­ración, lo promovió a una nueva división de automóvile­s premium con responsabi­lidades de ventas en todo el grupo.

25 mil mdd en multas, daños y recompras de autos a la armadora

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