BALACERAS NO RESPETAN HORARIOS EN PARÁCUARO
Enfrentamientos entre grupos criminales antagónicos paralizan las actividades en la Tierra Caliente de Michoacán, incluidas las campañas proselitistas
quien aspiraba a la presidencia municipal de Ocampo.
Sigala asegura que las investigaciones de la procuraduría revelan que ninguno de esos actos está vinculado con actividades políticas de las víctimas, “fueron temas, de acuerdo con información que tenemos, ajenos a sus candidaturas”.
Sin embargo, las autoridades saben del riesgo inminente e instalaron, desde el arranque del proceso electoral, una mesa de gobernabilidad en la que, por diferencias políticas con el gobernador Silvano Aureoles, no acuden los representantes de Morena y el Partido del Trabajo.
De manera cotidiana se revisan las situaciones de riesgo que hay y hasta ahora solo se ha brindado protección policiaca a cinco candidatos en los 112 municipios michoacanos.
Hasta esa mesa han llegado los expedientes de todos los candidatos. Aun cuando no existen carpetas de investigación abiertas que hubieran podido cancelar sus registros como candidatos, los aparatos de inteligencia estatales y el propio Cisen informaron puntualmente a los partidos los antecedentes de todos los que forman parte de sus listas de aspirantes.
Por ejemplo, que Lourdes Torres, la candidata que fue secuestrada y liberada en menos de 48 horas, es esposa del ex alcalde del mismo municipio donde compite, Juan Carlos Arreygue, preso por su participación en el homicidio y calcinamiento de 10 personas en agosto de 2016.
La responsabilidad de sus registros y las consecuencias que pudiera haber competen a los partidos políticos. Por lo pronto, en la boleta electoral aparecerán dos personajes que en 2009 estuvieron en prisión como parte del operativo Michoacanazo.
Genaro Guízar y el aspirante al Senado por el PRI, Antonio Ixtláhuac, entonces edil de Zitácuaro, fueron acusados de vínculos con el grupo criminal de la Familia Michoacana. Tras 11 meses en prisión fueron liberados.
El ex gobernador Fausto Vallejo, en cuya administración terminó por explotar la violencia y los vínculos entre el gobierno y los criminales, busca la alcaldía de Morelia por quinta ocasión, ahora bajo las siglas de Encuentro Social. También aspira a un cargo de elección popular su hijo Fausto Vallejo, quien compite por una diputación local por el distrito 10 de Morelia.