Exhibe Humberto Ríos Tiempo suspendido en la Fototeca Nacional de la capital hidalguense
Desde sus inicios en la fotografía, su búsqueda se ha enfocado en los espacios donde la presencia humana deja una huella indeleble
HRedacción/Pachuca umberto Ríos, fotógrafo y artista visual nacido en la Ciudad de México en 1983, presenta en Pachuca su exposición “Tiempo suspendido”, imágenes que ahora penden de las paredes de la sala Nacho López de la Fototeca Nacional.
Las 16 piezas que conforman la exposición, abierta al público desde este 15 de junio y hasta el 5 de agosto, representan signos de un espacio-tiempo congelado por el olvido. Mientras una camisa de blanco desvanecido cuelga solitaria de un gancho e invita a pensar en los rostros adustos que posaron frente a la cámara, un cortinaje de caída aristocrática parece extrañar los momentos en que solía enmarcar retratos de familia.
Cada uno de esos escenarios, explica el joven fotógrafo, es la conjugación de diversos tiempos. Así, el estudio que otrora sirviera para capturar un momento pre- meditado, ha quedado atrapado en la gravedad cero de la imagen: un tiempo ido, traído al presente para su permanencia.
En “Tiempo suspendido”, el fondo es forma y viceversa, de manera que estas imágenes evocativas son alquimia fotográfica en estado puro. Cinco de las 16 piezas que conforman la serie son de pequeño formato en platino/paladio, un proceso antiguo revitalizado en las últimas décadas por fotógrafos de cepa. También se exhiben piezografías (tintas de carbón) de gran formato 2.40 x 1.80 m.
Para el artista, “la fotografía fue una invención argentífera que dio al ser humano la posibilidad de resucitar, de trascender en el tiempo. Esa promesa continuó con la fotografía análoga, sin embargo, lo que tenemos en la era digital es una imagen efímera y la posibilidad de representarse a uno mismo, que era el fin de quien acudía al estudio fotográfico. Ahora las fotografías están hechas en el tiempo, pero no de tiempo”.
Desde sus inicios en la fotografía, su búsqueda se ha enfocado en los espacios donde la presencia humana deja huella indeleble. Entre sus series se encuentran Tránsito, en la cual exploró la idea de la muerte recorriendo velatorios de todo el país, mientras en Vestigios abordó el lugar que guardan los museos de arte clásico en el mundo contemporáneo. Para Tiempo suspendido volvió a recurrir a esos espacios “donde se materializa la memoria colectiva y la individual, a manera de un ritual. “Tiempo suspendido lo emprendí como un reto para hablar de lo
Galería representa los signos de un espaciotiempo congelado por el olvido, detalló el autor
Significó un reto de la construcción del ser a través de la fotografía. que fue la fotografía, o mejor dicho, de la construcción del ser a través de la fotografía. Considero que es un proyecto arqueológico y, de alguna manera, las imágenes en el platino/paladio o las piezografías, con esa película fantasmagórica que tiene, se convierten en metáfora de esos rastros de presencia humana”.
A partir de su formación como fotógrafo y maestro en artes visuales, Humberto Ríos quiso desarrollar la función del telón en la historia del arte, yendo a un espacio que si bien es público, también es íntimo: el estudio fotográfico. Ahí la gente concurre para construirse a sí misma y evocarse a partir de sus parámetros de belleza o desde sus aspiraciones de ascenso social.