El juez protegió a Oro Negro y Pemex canceló contratos
Integradora de Servicios Petroleros Oro Negro informó a sus inversionistas el 15 de agosto de 2017 que Petróleos Mexicanos (Pemex) le requirió modificaciones que no se aceptaron a los contratos de perforación de sus cinco plataformas —pagos menores diarios o cancelación de operaciones—, lo que obligó a la empresa a buscar la reestructuración de su deuda con Nordic Trustee ASA, representante de tenedores de bonos.
No solo eso, su subsidiaria Perforadora Oro Negro se vio obligada a solicitar “voluntariamente la declaración de concurso mercantil”, y así se dijo a los inversionistas el 22 de septiembre de ese año, para preservar las operaciones y actividades de la empresa y poder negociar con los acreedores.
Ahí no terminaron los dolores de cabeza para la empresa que dirige Gonzalo Gil
White, que comenzó operaciones en febrero de 2012 para convertirse en uno de los principales jugadores de la industria petrolera.
El seis de octubre de 2017 los inversionistas recibieron la notificación de que Pemex Perforación y Servicios entregó en las oficinas de Perforadora Oro Negro, en Ciudad del Carmen, la comunicación de la “supuesta” terminación anticipada de los contratos con las plataformas de perforación Impetus, Fortius, Decus, Primus y Laurus.
Seguramente estos hechos son a los que se refieren los accionistas que publicaron en The New York Times la demanda a México por el “intento de llevar a la quiebra” a Servicios Petroleros Oro Negro por no “participar en actos de corrupción”.
Los inversionistas alegan que Pemex buscó “destruir el valor de su inversión reduciendo las tarifas diarias en tres contratos y suspendiendo dos, cortando los ingresos de Oro Negro en más de 50 por ciento”.
Por cierto, la cancelación de contratos por parte de Pemex se hizo después de la solicitud de concurso mercantil en donde el juez ordenó a Pemex y subsidiarias que se abstuvieran de “ejecutar la terminación de los contratos de arrendamiento y sus respectivos convenios modificatorios”.
Hay más del tema. Cuarto de junto Volaris, que dirige Enrique Beltranena, seguramente replanteará sus planes de expansión, al igual que Viva Aerobus, de Juan
Carlos Zuazua, por el retraso en la entrega de nuevos aviones A320NEO, vendidos por
Rafael Alonso, presidente de Airbus para América Latina y el Caribe. Hay problemas en los motores. Las dos líneas aéreas no han podido usar los horarios de aterrizaje y despegue (slots) que Aeroméxico y Delta cedieron en México y Nueva York, y ya lo informó el Departamento de Transporte de Estados Unidos. m