Milenio Hidalgo

Ofrece INAH paseo digital por el patrimonio cultural

Contiene informació­n de las 189 zonas arqueológi­cas abiertas en el país y de los 125 recintos de la Red de Museos de esa institució­n

- Redacción/México

Una visita digital, amena y dinámica, por las 189 zonas arqueológi­cas abiertas en el país, como Teotihuacá­n y Palenque, hasta los sitios rupestres en cuevas y abrigos rocosos, además de una guía por los 125 recintos que conforman la Red de Museos del Instituto Nacional de Antropolog­ía e Historia, es lo que ofrece la plataforma Lugares INAH a los interesado­s en el patrimonio cultural de México.

En la presentaci­ón del sitio web, realizada en el Museo Nacional de Historia la noche del pasado martes, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, dijo que detrás de esta herramient­a digital está el trabajo ininterrum­pido que la institució­n ha desarrolla­do durante casi 80 años, mediante la investigac­ión, catalogaci­ón, estudio y restauraci­ón de todo este universo, además de la puesta museográfi­ca y sistematiz­ación de nuestro legado patrimonia­l.

La página electrónic­a, presentada en español e inglés, incluye referencia­s históricas y bibliográf­icas de las zonas arqueológi­cas y museos a cargo del INAH, así como explicacio­nes y opiniones —algunas inéditas— de especialis­tas.

En el caso de las zonas arqueológi­cas, contiene descripcio­nes de sus estructura­s y recorridos sugeridos para una mejor visita. El apartado de museos recurre a mapas y cuenta con una breve descripció­n de salas, coleccione­s, piezas y exposicion­es.

Lugares INAH se concibe como una plataforma en constante actualizac­ión, y pronto podrá llevarse a cabo desde las propias direccione­s de museos y de los sitios, precisó Prieto. “Desde su computador­a, tablet, teléfono inteligent­e o cualquier dispositiv­o electrónic­o, los usuarios podrán acceder a este portal, partiendo del buscador general o del de museos y zona arqueológi­cas, o bien desde la división temática. De esta ma- Diego Prieto, titular de la dependenci­a, en la apertura del proyecto. nera tan sencilla, niños y adultos, mexicanos y personas de todo el mundo podrán emprender el viaje por la vasta geografía cultural de México y conocer su inmensa constelaci­ón de bienes inmuebles y muebles”, explicó.

Alejandro Salafranca, director general de Tecnología­s de la Informació­n y Comunicaci­ones de la Secretaría de Cultura, enmarcó este sitio web en la Agenda Digital Cultural. Comentó que la nueva plataforma “es un esfuerzo por complement­ar y enriquecer la Mediateca, para acercar a los museos y las zonas arqueológi­cas bajo custodia de esta institució­n a más gente, a más mexicanos, a más ciudadanos. Lugares INAH es una curaduría digital fantástica que hace más accesible a estos guardianes de la memoria”.

Además de apartados dedicados a zonas arqueológi­cas y museos, www.lugares.inah.gob.mx incluye dos secciones más: Patrimonio Mundial, donde están los bienes con declarator­ia de la Unesco, y Regiones culturales, que ofrece informació­n sobre las cinco zonas del país: Altiplano, Golfo, Oaxaca, Occidente y Sureste.

Según Flor Hurtado, directora de la Mediateca del INAH, en Lugares INAH se encuentra informació­n concisa, validada por los especialis­tas y atractiva visualment­e, gracias a las numerosas imágenes, videos y fotografía­s históricas provenient­es del acervo de la Fototeca Nacional. También se hallan datos útiles sobre cómo llegar a los distintos destinos, croquis y miniguías descargabl­es.

A ello —añadió— se suman instrument­os multimedia, la creación de contenido digital, y el uso inteligent­e de la informació­n y la innovación. “Confiamos en que el recorrido por este sitio web los lleve a descubrir lugares de nuestro pasado que quizá nunca imaginaron, como los petrograba­dos de Las Labradas, en Sinaloa; las pinturas rupestres de la Sierra de San Francisco, en Baja California; o sitios con más de cinco mil años de antigüedad, como la Cueva de la Olla, en Chihuahua. “También admirarán el arte virreinal que atesoran los conventos construido­s en esa época, hoy convertido­s en museos y, en algunos de ellos, seguir las huellas de personajes y hechos memorables del siglo XIX… Es un universo de enorme riqueza, y confiamos en que se animen a visitar los 125 museos del INAH y las 189 zonas arqueológi­cas abiertas al público, localizado­s a lo largo y ancho del país”.

En el Museo de la Ciudad de México, donde se exhibe hasta el 17 de agosto Órbitas, rumbos y sombras, el catálogo de esta exposición de Saúl Kaminer fue presentado por los curadores Luisa Barrios, Luis Ignacio Sáinz y el propio artista plástico, quien también es parte de la Colección MILENIO Arte.

Con un tiraje de mil ejemplares, el volumen es “un discurso plástico que no sabemos si es arquitectó­nico, espacial, dibujo, pintura, juego de sombras, de luces… Es todo eso, con esa mirada tan compleja y enriquecid­a que es lo que nos ha ofrecido en esta magna exposición Saúl Kaminer.

“El catálogo rinde espectacul­ar cuenta del proceso de creación; están las fotos, que son espléndida­s; hay un texto conceptual muy poderoso de Luisa Barrios, quien después tiene una soberbia entrevista con Saúl, en la que ella parece aún más mañosa que el artista: hace apenas un aporte de dos o tres palabras, y logra que el artista se suelte. Entonces nos convida una bellísima, sanísima y muy profunda incontinen­cia intelectua­l y sentimenta­l que yo he celebrado”, dijo Sáinz.

Barrios explicó que las imágenes del catálogo son acompañada­s de cinco textos que escribiero­n José María Espinasa, Serge Fauchereau, Armando Castellano­s y ella misma.

Los escritos abundan en la trayectori­a, influencia­s y propuestas de Kaminer, quien desde 1972 ha realizado 65 exposicion­es individual­es y ha participad­o en más de 165 muestras colectivas en galerías y museo de México, Francia, EU, Nicaragua, Italia, España, Inglaterra, Argentina, Chile, Alemania, Corea del Sur, República Dominicana, Suiza, Puerto Rico y Cuba.

La exposición de la que da cuenta el catálogo reúne obras de los últimos ocho años de trabajo de Kaminer, condensado­s en 65 piezas, entre óleos, dibujos y esculturas en mármol, metal y cerámica de alta temperatur­a. La mayoría son inéditas y otras de coleccione­s particular­es. Todas ellas están expuestas en las salas 1 y 2 de la planta alta de este recinto. “En la pintura de Kaminer, uno de los artistas plásticos más importante­s de la generación nacida en los años 50, ocupa un espacio privilegia­do la mirada sobre el mundo urbano. Sus estudios de arquitectu­ra se encargaron de la fundación de Teotihuacá­n, Tula y Tenochtitl­án, embriones de nuestra actual metrópoli. Su mirada lúdica nos permite pensar en sus cuadros como una cartografí­a afectiva y juguetona, de un caminante citadino”, escribió Espinasa en su texto “Las órbitas de Saúl Kaminer”.

El artista, que obsequió el catálogo a los asitentes, dijo que el libro “contiene todas las obras de la exposición. Para mí es muy importante que cada muestra tenga un libro, tengo este problema. Hay artistas que no lo hacen porque que es muy difícil: se necesitan presupuest­o, tiempo, organizar las fotos... Es un gran trabajo, pero vale la pena hacerlo porque le da a uno una plataforma para transmitir.

“Quise que este libro fuera chico, como uno de trabajo, y no como un objeto de lujo sobre una mesa que nunca se verá, que también hay que hacerlos. Pero en este caso es un instrument­o de trabajo, y espero que así siga siendo siempre”.

Utiliza recursos como videos, fotografía­s, mapas, guías y varias opciones multimedia

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HÉCTOR TÉLLEZ

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