Todos los animales son iguales...
Seguimos con historias de animales porque suele ser el espectáculo el que refleja muchos de los síntomas y temas de trascendencia social que estamos viviendo. Una vez dicho eso, a nivel producción les confieso que no puedo esperar a ver qué hace el brillante Andy Seréis con Rebelión en la granja de George Orwell, ahora que Netflix tiene los derechos y ha anunciado que el brillante histrión la va a dirigir (nos enteramos de esto justo después de saber que hará su debut como director con Mowgli, el lado no tan amable del Libro de la selva de Kipling).
Así que hay dos cosas completamente diferentes que disertar aquí. Y las dos son fascinantes. Serkis es, sin duda, conocido como el mejor actor del mundo en lo que se refiere al motion
capture. En otras palabras, darle vida a una serie impresionante de personajes a través de sus movimientos, que son capturados por sensores de última generación. Entre estos personajes está Cesar del Planeta de los Simios, Gollum del Señor de los anillos y King Kong en… pues ídem.
Netflix está retomando la capacidad de este hombre (que verdaderamente da las entrevistas más encantadoras e ilustradas del mundo) para que dé el siguiente paso en su carrera a la cabeza de proyectos muy, pero muy importantes: ya que son puntos de vista muy distintos de los clásicos o simplemente el recuerdo de que la historia se puede repetir. La era de Trump regresó en
1984 al cine con una que otra actualización. Pero los fans de la visión de Orwell muy seguido hemos dicho que es más aterradora La rebelión en la
granja porque todo parte de la igualdad. A grandes rasgos, los animales deciden deshacerse del granjero y lo hacen juntos, unidos, encabezados por los cerdos, sí. Pero como una comunidad.
Estoy segura que todos lo leyeron en la secundaria pero a mí me parece fascinante que éste sea el preciso momento en el que se empieza a producir, para el mundo entero, con el mejor talento una historia que culmina con “Todos los animales son iguales, pero unas son más iguales que otros”. Sin duda nuestro comportamiento algo está ge- nerando que nos obliga a volver a los clásicos. ¿no lo creen?
¿En serio?
¿Usted se volvería a sentar con toda su familia a ver la historia de Alf? ¿La película llamada
Asiáticos millonarios locos es realmente el experimento que pretender cambiar a Hollywood para siempre, como dicen sus creadores?