Sobreviviente de avionazo presenta denuncia en EU
Permanecen 11 personas hospitalizadas, informa la aerolínea; el capitán continúa en recuperación y será trasladado a CdMx
LMéxico y Durango a firma de abogados Corboy & Demetrio informó que presentó una demanda, a nombre de Néstor Martínez, contra Aeroméxico en juzgados de Estados Unidos por el accidente en el vuelo 2431 que iba de Durango a Ciudad de México.
Corboy señaló que el señor Martínez, profesor y residente de Northlake, Illinios, volvía a su hogar después de vacaciones familiares y se encontraba en el asiento 15 C, al lado del hombre que tomó el video por una ventana y que grabó el choque. “Puedes despegar con mal tiempo, pero tienes que hacerlo de manera adecuada, y sin duda vamos a ver ese aspecto del accidente”, afirmó el cofundador de Corboy & Demetrio, Thomas A. Demetrio, quien junto con Robert J. Bingle and Partners Daniel S. Kirschner y Francis Patrick Murphy representan a Martínez.
La firma de abogados señaló que aunque el clima es a menudo un factor en muchos accidentes aéreos, no es necesariamente una de las causas; más bien, el problema es cómo la aerolínea monitoreó el clima en sus preparaciones del prevuelo y luego cómo corrigió durante el despegue.
Grupo Aeroméxico señaló que no realizará ningún posicionamiento oficial sobre este tema por ser un litigio y tema delicado.
El pasado 31 de julio el vuelo 2431 de Aeroméxico tuvo un accidente segundos después de despegar del aeropuerto de Durango, donde viajaban 99 pasajeros y cuatro tripulantes.
El director general de la aerolínea, Andrés Conesa, mencionó que aún es imposible determinar las causas exactas del incidente, por lo que será la investigación, que encabeza la Dirección General de Aeronáutica Civil, la que determine qué fue lo sucedido.
En tanto, Grupo Aeroméxico informó que de las 17 personas que se encontraban hospitalizadas, seis ya fueron dadas de alta, por lo que 11 aún reciben atención médica.
La aerolínea dio a conocer que la menor de ocho años que resultó con quemaduras fue trasladada por ambulancia aérea a Chichago, Illinions, su ciudad de origen.
Respecto a los cuatro integrantes de la tripulación del vuelo 2431, la empresa señaló que solamente el capitán Carlos Galván se encuentra hospitalizado y en recuperación tras ser intervenido quirúrgicamente por lesiones en su columna.
Al piloto le colocaron ocho tornillos en la columna, cuatro de cada lado, y 2 barras
“El día del accidente llegó al hospital un paciente con una lesión en la columna lumbar, se trataba de una fractura. La parte de abajo estaba de un lado y la de arriba hacia el otro, en medio van los nervios que van a las extremidades inferiores, a las piernas, y el paciente no las sentía y no las movía”, recuerda el neurocirujano Jesús Grijalva, médico responsable de la intervención que recibió Carlos Galván.
El especialista agregó que de forma inmediata fue ingresado al quirófano y en 25 minutos se tenían ya los insumos quirúrgicos e implementos médicos necesarios para la intervención, algo que influyo quizá en la recuperación del paciente.
Al piloto del avión se le colocaron ocho tornillos en su columna, cuatro de cada lado, dos barras y un cruce entre ellas, además se descomprimieron los nervios, dijo el especialista, quien recordó que a la siguiente noche el piloto fue llevado a terapia intensiva y posteriomente, de forma increíble, ya movía los pies.
Para el médico cirujano esta situación fue sorprendente, porque las lesiones de este tipo tardan mucho en sanar, “si es que vuelven a funcionar los nervios”, reconoció.
Agregó que la evolución del piloto aviador ha sido muy favorable y quizá en un par de días pueda salir del hospital para ser trasladado a Ciudad de México para continuar su atención.
El médico descarta que el piloto pueda quedar inmóvil, dado que ya comenzó a mover los pies.
Agregó que la recuperación del paciente llevará alrededor de seis meses a un año con terapia de rehabilitación, pues la lesión fue en región lumbar a la altura de la vertebra L1-L2 y su traslado deberá ser en una ambulancia aérea. M Atención a heridos en hospital público.
Luis Equihua Bracho, habitante de Ciudad de México que vacacionaba en Durango, pasó de disfrutar un día soleado al desplome de la aeronave en la que regresaba.
El sol era fuerte en el momento de abordar el avión y las condiciones del clima se percibían óptimas para el despegue.
El capitalino asegura que en el momento en que se echa en reversa el avión, comenzó la lluvia.
Equihua Bracho se sorprendió por lo rápido del cambio de clima, pero conforme iban tomando la pista, la precipitación pluvial aumentaba hasta convertirse en un aguacero.
En ese momento los protocolos de seguridad se realizaron dentro del avión.
Ya en la posición de despegue, se detiene aproximadamente un minuto, y en ese punto, el pasajero asegura que alcanzaba a observar las instalaciones de la nave.
De súbito arrancó, soltó los frenos y en ese momento se cierra el cielo. El final de la pista no se alcanzaba a observar.
El avión se levanta unos metros y Equihua Bracho, mirando por la ventana el suelo a unos 20 metros de altura, siente como si el avión fuera a aterrizar. Fue una sensación extraña para el capitalino.
Instantes después, la nave golpea el suelo, un golpe seco, que destruye el tren de aterrizaje de un lado, se tambalea el avión y el otro tren de aterrizaje se quiebra.
En ese momento el fuselaje friccionaba con la pista y comenzaron los gritos. No se imagina cómo es la explosión de un avión, pero como se encontraba a seis filas de la cabina, se levantaron cuando el humo entro al área de los pasajeros.
Equihua Bracho volteó a la derecha y rogaba que la salida de emergencia se abriera. Una ráfaga de luz le anunció de que ya estaba abierta.
La gente caminaba hacia el frente del avión, pero la salida se encontraba detrás de él. Llamó a los pasajeros y la evacuación fue rápida.
Al salir, el olor a turbosina quemada inundaba el ambiente y el calor del fuego se sentía.
Equihua Bracho escuchaba a la aeromoza gritar hasta que su voz se extinguía.
Ya fuera de la aeronave, corrieron por los matorrales y al llegar a una zona con montículos se detuvieron para observar cómo se incendiaba el avión. M