Recrean antiguos rituales en el lago de Texcoco
Para entender la vida de los pobladores que vivieron ahí hace 600 años, arqueólogos del INAH realizan investigaciones sobre usos y costumbres
El proyecto arqueológico inició en 2012, cuando el INAH tuvo la oportunidad de, por fin, hacerle justicia a aquellos pobladores del epiclásico (del año 700 al 950) que vivieron en esta parte del lago y a las culturas posteriores.
Ortuño, encargado del proyecto arqueológico Latexo o Lago de Texcoco, propone una imagen antigua a partir de los hallazgos recientes: “La gente de los alrededores iba en 100 o 200 canoas, con sahumadores —como los 20 o 30 que hemos encontrado dispuestos alrededor de sus altares—. La gente iba produciendo diversos sonidos con sus silbatos y tambores; llegaban al punto indicado, sahumaban a los cuatro vientos y posteriormente, como indican las fuentes históricas, es posible que hicieran algún sacrificio, aunque nosotros no hemos hallado vestigio alguno”.
La idea era solicitar, mediante estos rituales, que siguiera lloviendo o que dejara de llover porque eso afectaba la importancia que tenía para ellos el lago sagrado de Texcoco. De ello dan cuenta más de 2 mil fragmentos y 200 piezas completas halladas hasta ahora.
Los altares sobre los que se disponían los objetos eran rectangulares, una especie de mesas de entre 16 y 24 metros cuadrados, donde había diferentes piezas de cerámica y mezclas, por ejemplo, de copal con hule que representaban la sangre de los seres humanos.
Los trabajos iniciaron con una prospección de la zona, “caminar por el lugar por el que transitaron esos pobladores hace cientos de años. Lo hacemos de manera sistemática, pero siempre con una regla: siempre a una distancia tal que un arqueólogo pueda ver a otro”.