Milenio Hidalgo

El estreno de Enchilémon­os

- Álvaro Cueva alvaro.cueva@milenio.com

Estoy de fiesta. Lourdes Hernández acaba de estrenar un programa de televisión en el Canal 14.

¿Y? ¿Qué tiene esto de festivo? Que Lourdes es la más maravillos­a cocinera que existe en la televisión mexicana, la mamá de todos los chefs que hoy tenemos en la tele. ¡Verla a cuadro es un lujo!

¿Cómo se llama ese programa de televisión? ¿De qué trata? ¿Qué es el Canal 14? El programa se llama Enchilémon­os, es el primer gran show de salsas mexicanas que se hace en toda la historia de la televisión mexicana.

El Canal 14 es el una señal del Sistema Público de Radiodifus­ión del Estado Mexicano, una frecuencia más o menos del corte de Canal Once o Canal 22, pero particular­mente poderosa, exitosa y con una página de internet que nadie debe dejar de visitar.

Sí, yo sé que todo esto suena medio abrupto, que le dice muy poco. Vámonos por partes para que me entienda.

A principios de los años 90, cuando casi no había chefs en este país, cuando nadie utilizaba la palabra foodie ni subía fotos de lo que comía a las redes sociales, comer bien era un privilegio.

En ese contexto casi clandestin­o conocí a Lourdes Hernández Fuentes, la cocinera atrevida.

Ella cocinaba las cosas más exquisitas para sus amigos en una casa muy hermosa de uno de los barrios más populares de la Ciudad de México.

Imagínese por favor unos desfiles de platillos y bebidas que no se encontraba­n en ningún otro lugar mientras, a unos cuantos metros de distancia, alguna estrella como Lila Downs, Astrid Hadad o Jaime López cantaba para la concurrenc­ia.

Lourdes fue la gran pionera de la revolución gastronómi­ca que hoy se viven en nuestro país, comer cualquiera de sus platillos era una experienci­a sublime y sus tertulias estaban llenas de escritores, pintores y celebridad­es de todo tipo.

Jamás olvidaré cuando tomé uno de sus cursos de cocina en la casa de Laura Esquivel en pleno apogeo de Como agua para

chocolate, ni sus posadas, ni sus ofrendas en Día de Muertos, ni nada.

Lourdes me cambió la vida con su comida, como a muchas personas, pero un día se fue del país dejando un hueco inmenso en nuestros corazones (y en nuestros estómagos).

Hoy la señora ha regresado a México, tiene una casa nueva, preciosa, en el estado de Morelos y sigue siendo la misma.

Su cocina, a diferencia de la que se ha puesto de moda, no tiene nada de arrogante ni pretende saquear los bolsillos de sus comensales. Es honesta, exquisita y entrañable.

Cuando uno come lo que Lourdes hace con sus manos, siente amor. Y sí, es delicioso y conquista lo mismo al pobre que al rico, al joven que al viejo y al hombre que a la mujer.

Desconozco cómo fue que a los señores del Canal 14 se les ocurrió hacerle un programa pero fue una idea tan afortunada como el hecho de dedicarle esta emisión, de tan solo 15 minutos, a algo tan nuestro y de lo que se ha dicho tan poco como las salsas.

En la transmisió­n de estreno, la de la semana pasada, Lourdes preparó una salsa de chile pasilla y otra de xoconostle.

¡Dios de mi vida! Jamás había visto algo así en televisión abierta pública nacional.

Y estoy hablando tanto desde la perspectiv­a de los contenidos como desde la perspectiv­a cinematogr­áfica.

Lourdes habla tan bonito de cada uno de los ingredient­es de sus salsas que no hay manera de no amarla y como no queriendo la cosa, nos pone en contexto sobre todo lo que hay detrás de cada chile y nos divierte con unas anécdotas chistosísi­mas.

Más allá de que mirando esto a uno sí le dan ganas de preparar las salsas, uno termina mejor que cuando encendió el televisor, uno acaba con la sensación de que se la ha pasado de lujo y de que ha aprendido algo nuevo.

Es como comer con los ojos. Es un fenómeno digno de un análisis mucho más profundo porque no quiero acabar esto sin detenerme en la parte de la producción y la programaci­ón.

Enchilándo­nos no es un programa donde la conductora cante, baile, diga albures, haga menciones comerciale­s o interrumpa para presentar a las estrellas de moda.

Es un programa donde la conductora hace lo que tiene que hacer: conducir, cocinar, comunicar.

Y las imágenes son muy bonitas. Todo se antoja. Todo es como debe de ser.

Por si esto no fuera suficiente, el Canal 14 no lo programó un sábado por la mañana como con ganas de que nadie lo viera.

¡No! Está los jueves a las 20:15, en un gran horario en uno de los días de mayor audiencia en toda la televisión abierta de este país.

Estoy de fiesta. Lourdes Hernández acaba de estrenar un programa de televisión en el Canal 14.

Luche por verla y por apreciar este acontecimi­ento aunque sea por internet.

Le va a gustar. Se lo garantizo especialme­nte si usted es una persona inquieta que no se conforma con muchas de las estridenci­as de la televisión privada y que no para de quejarse de ella.

Sí hay opciones. Enchilándo­nos es una de ellas. ¿A poco no?

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ESPECIAL Las imágenes son muy bonitas, todo se antoja.
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