En el tema de la seguridad ¿La cosa se esta poniendo fea?
Con la muerte del ex subdirector de la policía ministerial Esteban Reyes ayer por la mañana, nada menos que en la principal avenida de esta ciudad, me refiero al Boulevard Felipe Ángeles, a manos no del crimen organizado, le aclaro, ya que no se llevaron nada material, solo su vida, y que a todas luces se vislumbra como un ajuste de cuentas, acuérdese que al hoy occiso se le vinculó en su momento con brindarle protección a los Zetas, de eso hace ya dos sexenios, queda de manifiesto que los delitos de orden mayor están empezando a escalar de manera importante.
Lo comento porque estamos hablando de la ciudad capital de Hidalgo, Pachuca de siempre conocida por considerarse “tranquila”, ya que los delitos de orden menor como robo a transeúntes y casa habitación, eran por costumbre los más mencionados, esta pasando ahora a ser reconocida por el asalto a mano armada, las balaceras en sus zonas altas (las más pobres) y hasta de destazados y entambados en sus partes conurbadas, no es ni con mucho el grado de lo que ocurre en otros lugares, recuerde que estamos rodeados de la crema y nata de maleantes de los estados circunvecinos, léase Veracruz, Puebla, Tlaxcala y ni que decir del Estado de México, es obvio que, si por allá la cosa se pone fea, terminará por incidir en estas tierras, pero el que lo empecemos ya a notar es un indicativo de que algo más deberemos de trabajar.
Para nadie es nuevo el saber que entre la policía Estatal y la Municipal, de siempre ha existido una comunicación deficiente, pero en esta administración, la de Tellería, de plano es como si habláramos de un divorcio, esta más lejos que nunca y la factura por esto se está empezando a cobrar
No se trata de “aventar” a las calles al ejercito y esperar que este acabe con todos los delincuentes, como lo he escuchado en varias tertulias de la ciudad, ni de que se contrate de manera masiva a más efectivos policiacos, el fenómeno delictivo es y seguirá siendo multifactorial, no podemos achacarle a una sola variable su incidencia.
Para hacerle frente al problema de la violencia y la inseguridad es necesario un cambio de estrategia, es necesario reconocer que las cosas no se están haciendo del todo bien en este lugar, se deberá privilegiar la coordinación clara y precisa entre las instituciones y las corporaciones policiacas, primero entre las propias del municipio y luego con las del estatal.
Información es prevención, entre más se muevan en el ámbito estratégico las cabezas principales de la seguridad de este Estado, menos tendrán que estar ahogándose en las operaciones cotidianas que en muchas ocasiones terminan tomándolos por sorpresa.
Dicho lo anterior, para mi hoy más que nunca es necesario que se acepte el mando único en este país, para dejar de tener miles de corporaciones policiales y quedarnos con 32 estatales y las 248 regionales que ya nuestro presidente electo “El Peje”, nos dijo que va a crear, seguramente reducirán en gran medida el enorme problema de la seguridad que andamos viviendo, ya que menos siempre será más.
Además AMLO ya dijo que sacará de gobernación el tema de la seguridad, y lo regresará a su secretaría donde siempre debió estar, bueno, no olvidemos de que antes de que entrara Enrique Peña Nieto, precisamente esta secretaría, estaba literalmente “patas para arriba”, parecía aquello mercado, nadie se hablaba con nadie, los cuerpos policiales estaban desconectados, no había trabajo coordinado y la cosa pintaba para ponerse peor, y Enriquito la metió bajo el cobijo de la secretaría de gobernación, creyendo que Chong pondría orden, al existir un mando firme, la historia de lo que pasó usted ya la sabe.
Así que veremos que nos ofrecerá el señor Alfonso Durazo virtual nuevo secretario de seguridad, aunque para variar ya nos dijo que la cosa así fácil, fácil no será, y que al menos deberemos esperar tres años para comenzar a percibir una reducción importante en el índice de la maldad.
Desde hace tres sexenios venimos escuchando lo mismo, esperemos que ahora sí se logre.
Que pase un excelente fin.