Pacto bilateral, perjudicial a escala regional: Ortiz Mena
Las cadenas de producción de México, EU y Canadá operan con reglas trilaterales, y si cambian habrá menor eficiencia y más costos, dice el integrante del equipo negociador del TLC en 1994
Luis Moreno, Eduardo de la Rosa, Angélica Mercado y Notimex/ México y Ottawa
Pérdida de atractivo ante inversionistas, mayores costos de producción y afectación a los consumidores es lo que generaría que el gobierno canadiense de Justin Trudeau no acepte incorporarse a un Tratado de Libre Comercio 2.0 (TLC), y que en consecuencia México firme acuerdos bilaterales con Estados Unidos (EU) y Canadá.
En entrevista con MILENIO, Antonio Ortiz Mena, integrante del equipo negociador del TLC de 1994, explicó que las cadenas de producción que conforman las empresas de los tres países operan con reglas trilaterales, por lo que dividirlas en acuerdos bilaterales generaría costos y por consiguiente pérdida de eficiencia. “Las cadenas productivas que se han establecido en América del Norte han operado durante un cuarto de siglo con reglas regionales en el sector automotriz, pero también en el aeroespacial y en general en el sector manufacturero. Si cambias las reglas trilaterales en una colección de bilaterales eso traerá problemas”.
Ortiz Mena, quien ahora despacha desde Washington para la firma Albright Stonebridge Group, explicó que si hay deficiencias en las cadenas que ya existen, la producción en América del Norte será menos eficiente y en consecuencia los bienes producidos en la región aumentarían de costo, algo que resentirían directamente los consumidores.
Lo anterior provocaría que Norteamérica perdiera mercados para La representación mexicana, a la espera del acuerdo de sus pares. sus productos finales, puesto que hay una fuerte competencia con manufacturas de otras regiones, principalmente de Asia y Europa.
Actualmente, explicó, las empresas provenientes de esos continentes se establecen en México, EU o Canadá porque desde cualquiera de estos tres países puede operar de manera regional, con las mismas reglas, Perder esta situación, dijo, podría reducir o dividir la inversión de las compañías. “Una consecuencia negativa adicional es que América del Norte sería menos atractiva para atraer inversión extranjera de fuera de la región”, subrayó quien fuera director de Enlace Legislativo de la Oficina de Negociación del TLC, de la extinta Secretaría de Comercio y Fomento Industrial.
Dijo que los términos en los que quedó el acuerdo comercial con México puede ser utilizado por Donald Trump en EU, de cara a sus elecciones intermedias, en favor de los republicanos. “El presidente Trump puede decir que él logró lo que quería, tener reglas de origen más restric- tivas para el sector automotriz y seguir manteniendo el acceso al mercado mexicano. Yo creo que sí tienen elementos que pudiera utilizar para que le favorezca las elecciones legislativas al partido republicano”, subrayó. Canadá reafirmó su negativa a negociar mediante tuits, en clara referencia a la costumbre del presidente de EU, quien además amenazó con acabar el TLC si el Congreso “interfiere”. En su red social favorita, Twitter, Trump advirtió que si su país no logra un buen acuerdo, Ottawa “estará fuera del nuevo TLCAN”. Al respecto, funcionarios canadienses cercanos a la negociación —que reiniciará el miércoles próximo luego que el viernes pasado se decretara un receso de cuatro días— señalaron que no responderán a esos tuits. Los oficiales, citados por la CBC en calidad de anonimato por lo delicado del tema, agregaron que esta no es la primera vez que esta táctica ha sido usada y precisaron que los comentarios