Cientos de muertos a la deriva en Jalisco
La realidad supera la más loca de las ficciones. Florestán
Hubo una historia, que luego se hizo telenovela, que narraba los desvelos del alcalde de un pueblo que como candidato había prometido construir el primer panteón de la comunidad, y que no encontraba un muerto para inaugurarlo.
Bueno, pues esa historia pero al revés y superando, claro, la ficción, la acabamos de vivir en Guadalajara, donde el gobierno priista de Jalisco no tiene espacio en la morgue para guardar cadáveres y ahí andan los cuerpos, errantes, en cajas de tráileres sin encontrar el descanso eterno ni fosa que los acoja.
La trama no es novela, es la crónica de una realidad que estalló el pasado martes 11 cuando en una bodega de Tlaquepaque se descubrió, por el hedor, un tráiler con más de 170 cadáveres, a lo que el secretario general de Gobierno de Jalisco, Roberto López, dijo que era algo temporal, como si la muerte no fuera definitiva. Dos días después, la presidenta municipal le exigió llevarse la caja de la muerte. Al día siguiente, el tráiler con su letal carga, dirían los antiguos reporteros de policía, fue trasladado a un terreno en Tlajomulco de Zúñiga, donde los vecinos se quejaron del olor y lo trasladaron a una Bodega
de Evidencias de la Fiscalía de Jalisco. El lunes, el gobernador Aristóteles Sandoval se fue por lo más delgado del hilo, cesó al director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, Luis Octavio Cotero, cuando la responsabilidad legal era de la citada fiscalía.
Luego se sabría que no eran solo los 157 cadáveres del primer tráiler, sino 73 más en otra caja, para sumar 230 cuerpos, y así llevan ¡dos años! errantes, porque en el forense de Jalisco solo hay espacio para 72, está completo, y no han terminado el cementerio forense por lo que esos 230 muertos permanecerán en las cajas refrigeradas al menos hasta el 30 de noviembre.
Esta historia que aturde, retrata muchas cosas, pero me centro en dos: cómo se han disparado la inseguridad y los homicidios en Jalisco, que los cadáveres no caben en el forense y la falta de respeto a la dignidad humana y a la muerte.
Y todos, tan culpables, se presentan como ajenos a este crimen múltiple.