Eduardo González
La organización política de Antorcha Campesina cumplió 25 años de presencia en Hidalgo en 2017. Para conmemorar su aniversario de cuarto de siglo, los dirigentes de dicha agrupación decidieron hacer un mitin en la explanada de la Plaza Juárez en Pachuca en donde acudieron representantes nacionales, y hasta su líder nacional Aquiles Córdova Morán quien llegó con comitiva a la vieja usanza con autos de lujo y seguridad.
La presión que ejercieron para obtener recursos del presupuesto de Hidalgo con el pretexto de querer usarlos en obras y acciones sociales en las comunidades a las que tienen acceso en todo el estado, no fue exitosa, incluso, a un año de aquel evento en Plaza Juárez, Antorcha Campesina ya no es lo que había prometido.
Su dirigente de toda la vida, la profesora Guadalupe Orona, es una conocida de la política hidalguense, pues ha negociado por casi dos décadas con presidentes municipales de todos los partidos, con gobernadores, con autoridades federales, siempre obteniendo prebendas y apoyos a cambio del voto de sus agremiados.
Sin embargo, el poder de otros tiempo se ha terminado y actualmente Antorcha Campesina luce como un grupo debilitado y sin el apoyo de las mayorías.
Pero no solo en Hidalgo, de acuerdo con datos de la propia organización, en el Estado de México pasaron de contabilizar más de medio millón de afiliados a menos de 300 mil en las últimas elecciones para gobernador.
La debilitada dirigencia de Antorcha Campesina también acarrea militantes de otros estados; como anunciara hace unos días en Pachuca pero que a la mera hora terminaron cancelando, las movilizaciones que antes paralizaban las calles de las principales ciudades del país, hoy ya no son más que pequeñas concentraciones en espacios públicos.
En el estado el asunto se atañe a la falta de credibilidad y liderazgo de la profesora Guadalupe Orona Urías, pues en efecto son cada vez menos los agremiados a la organización ya que hay múltiples denuncias de los excesos y las cuotas de la dirigente.
La mayoría de los representados tienen carencias de servicios básicos, como agua, drenaje pavimentación y luz, cosa que por el contrario, parece no preocupar a los falsos líderes, que lo único que buscan es la negociación de las prebendas para llevarse una buena tajada, si no, cómo es que se pueden hacerse de lujosos vehículos, propiedades y de la noche a la mañana llevar una vida holgada.
Finalmente, esto dicen que se trata de darle la atención a la gente, a la ciudadanía, que poco o nada le importa si es gobierno, si es un partido, si es una asociación, quien le da el servicio o el apoyo, lo que quiere la gente es ser escuchada y recibir gestión, no importa de quien sea.
Sin embargo en el caso de Antorcha Campesina, tiene mucho que dejó de ser una organización que represente los verdaderos intereses del pueblo.