Constatan daño ecológico por revestimiento del río Tula
Diputados locales de Morena recorrieron las obras de revestimiento del río Tula ejecutadas por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para ampliar el caudal de aguas negras provenientes de la Ciudad de México, con la finalidad de constatar los daños y deforestación ocasionados, mismos que han denunciado organizaciones ecologistas, ambientalistas y habitantes asentados en los márgenes del afluente, quienes exigen la reparación de la tala inmoderada de árboles.
Los diputados morenistas Ricardo Raúl Baptista, Noemí Zitle, Lizeth Marcelino y Armando Quintanar, de los distritos de Tula, Tepeji, Progreso de Obregón y Huichapan, respectivamente, se comprometieron a buscar que autoridades de la Conagua reparen los daños ocasionados al entorno ecológico por descomunal tala de árboles, lo cual es censurable sobre todo por ser Tula la región más contaminada del país.
Manifestaron que revisarán que los recursos públicos destinados a la obra, más de mil 400 millones de pesos, se hayan ejecutados de manera correcta, ya que al momento los trabajos están detenidos por las presiones de las organizaciones ambientalistas y ecologistas, las empresas constructoras se retiraron y la Conagua “bajo la cortina” a un mes y medio de que concluya la administración federal.
Los diputados anunciaron que buscarán coordinarse con sus homólogos federales para impulsar la protección del entorno ecológico; reunirse con autoridades de la Conagua una vez que entre en funciones la nueva administración federal, para impulsar que la obra pública se ejecute pero con cuidado y protección del entorno ecológico, en beneficio de los ciudadanos de esa región.
En compañía de integrantes del Grupo Ecologista de Protección al Medio Ambiente, Red de Conciencia Ambiental, de autoridades de la presidencia de este municipio, del organismo operador de agua potable y de la Conagua, los diputados locales de Morena visitaron y recorrieron cuatro puntos donde se ejecutan las obras de revestimiento de las márgenes del río.
El recorrido inició en Pueblo Nuevo donde integrantes de grupos ambientalistas externaron su preocupación por la afectación de los veneros de agua limpia con las obras; el segundo punto visitados fue Los Álamos, zona de mayor daño por la indiscriminada tala de árboles.