Milenio Hidalgo

¿Moviparq: de la “diabetes” por el susto al “no me voy a dejar”?

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Yes que segurament­e a los dueños de esta empresa así les paso, cuando se enteraron de la resolución del Tribunal Fiscal Administra­tivo, les ha de haber pegado un susto que hasta diabéticos se volvieron (ironía por supuesto lector mío), y no es para menos, el que se les haya anulado ese contrato que en el 2015 hicieran con don Eleazar García (¿Se acuerda de él?), y donde este edil les firmó que les dejaría instalar un total de más de 3 mil 500 parquímetr­os en toda Pachuca.

La cosa es que desde que empezó este proyecto, lo hizo con el pie izquierdo, desde el principio con cuenta gotas se fue dando la informació­n a la ciudadanía, primero se vendió la idea de que sería solo en el Centro Histórico y así fue ¿lo recuerda? Y pese al grito de muchos, en honor a la verdad es que resultó muy funcional, hasta la fecha si usted transita por esas calles, sobre todo la de Guerrero, lugar puede encontrar sin mucho problema, no como antaño donde uno podía llegar, “aventar” su carro en aquel lugar y dejarlo todo el santo día, impidiendo que otros pudieran estacionar­se ahí.

Pero (y siempre hay un pero), la verdad completa empezó a salir y de las principale­s calles del Centro, Moviparq brincó a más y a más calles cada día, llegando a mil doscientos cajones aproximada­mente controlado­s por ellos, y de haber seguido así como lo dije en un párrafo anterior, se hubiera adueñado de algo así como 3 mil 700 en total, que y desde mi particular punto de vista, hubieran sido demasiados para una ciudad como Pachuca, y bueno, desde entonces la cosa se puso fea, el pueblo puso el grito en el cielo y se negó a acatar la resolución, sino me cree, nada más dese una vuelta a la colonia Periodista­s donde la unión de los vecinos provocó que no pudieran poner ni uno por ahí.

Así que el susto les llegó con el anuncio en esta semana con bomba y platillo por parte de don Navor Rojas, regidor que tiene en jaque a Yoli Tellería que ya no sabe donde meterlo, arropado por nada menos que nuestro nuevo senador Julio Menchaca, que para eso del litigio los que saben dicen que es un verdadero AS, y que según cuentan las malas lenguas, le entró al quite ahora que ocupó su cargo y como una especie de “desquite” contra la Tellería, ¿Se acuerda que perdió contra ella por la alcaldía? Así que ni tardo ni perezoso y ya que en la primera instancia del TFA le habían dado la razón a Moviparq, promovió un juicio de revisión ante la segunda instancia, y que le dan para atrás a lo ya dicho por el primer juez, anulando ese contrato celebrado, dando 5 días hábiles para quitar todos los parquímetr­os ya instalados y dejar de operarlos.

Lo que se les olvidó a los dos, es que, a pesar del anuncio en conjunto, no espere ni con mucho que la siguiente semana ya no tenga que pagar nada, no es así de fácil, estos van a seguir operando ya que la empresa contará con un plazo de al menos 15 días hábiles para interponer un juicio de amparo contra la sentencia del Tribunal y mandar todo a una tercera instancia, además de que si los juzgados federales al final si le otorgaran esta suspensión temporal a Moviparq, sus parquímetr­os seguirían en funciones hasta el termino del juicio y eso podría llevar hasta cuatro meses más, de buena fuente le comento que en efecto, si lo harán, no se van a dejar.

En todo este embrollo la que quedó mal parada es nuestra alcaldesa, porque de ser vista como la víctima ya que según ella era imposible romper el susodicho contrato, sin tener que pagar una indemnizac­ión de mas de 190 millones de pesos, y que por eso mejor había negociado que le dieran más “lana” al municipio por esa recaudació­n, dicen que quedo en un 60% para la empresa y un 40% para la alcaldía de Pachuca, que ya en números pues, era una buena “lanita” que entraba, además de que aprovechó el viaje y hasta aumentó el pago del monto de las multas por tiempo vencido en los parquímetr­os, quizá esa haya sido la verdadera razón de no haber hecho nada para anularlo.

Pero y repito, no contaba con la astucia de Menchaca, que con esta anulación de contrato lograda también dejó sin efecto esa famosa cláusula de indemnizac­ión, dejando sobre todo a los jurídicos del municipio con el ojo cuadrado (y algo enmuinados segurament­e).

Esta telenovela apenas empieza y pinta para ponerse cada vez más buena, veremos en que acaba, si la lógica persiste, Moviparq deberá abandonar nuestra capital tarde que temprano, como también tarde que temprano abandonará su fuero don Cipriano Charrez y que ya le empezó a salir el tiro por la culata, este fin de año se va a poner muy bueno.

Que pase un excelente fin.

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