“No cuadran las cuentas en las administraciones municipales”
Los gobiernos municipales siempre están batallando con las finanzas públicas. No importa si es un ayuntamiento de bajos recursos o una ciudad importante del estado, siempre en cada administración es el mismo tema: no cuadran las cuentas.
Desde el sexenio pasado con el entonces gobernador Francisco Olvera Ruiz, se planteó a nivel legislativo al profesionalización del servicio público en las demarcaciones, en donde se propuso que no podían ocupar los cargo de contralor, tesorero, y otros relacionados a la seguridad y protección civil, con cualquier persona que no cumpla el perfil indicado.
Lo anterior, se supone, con miras a evitar problemas como los que persisten, que son la falta de una correcta comprobación del gasto público, donde por lo que ordenen y manden, siempre quedan remanentes pendientes por saldar.
Un caso particular es Ixmiquilpan. Ayer, el presidente municipal Pascual Charrez Pedraza, convocó a su asamblea para modificar el Presupuesto de Egresos 2018, es decir, el paquete del gasto de este año que está por culminar.
Evidentemente hubo opiniones encontradas ya que el artilugio se ve a todas luces como una herramienta para poder cuadrar el dinero que sale y el que ingresa al municipio, previo a la revisión y auditoría al que será sometido por ley.
Finalmente, a Pascual Charrez – hermano del famoso diputado Ciprianole salieron las cosas. Le aprobaron su modificación con 11 votos a favor, 6 en contra y una abstención. Los regidores que votaron en contra fueron los de Nueva Alianza, dos del propio edil que no están de acuerdo con su gobierno, y uno del PRI. El viejo truco municipal, porque no es el primer alcalde en hacerlo, es porque dicen tiene muchas observaciones de la auditoría y este sería el segundo año en que repiten la cirugía del paquete de egresos.