Debayle: ganas de creer lo que sea
Martha Debayle y las ganas de creer lo que sea no fue una simple broma o mentira de redes sociales, la cual al cierre del domingo hizo que tanto Martha Debayle, como Rebeca Mangas y Gabriela Warketin se vieran en la necesidad de desmentir el más reciente rumor que corría como pólvora por internet a través de perfiles falsos.
Estamos ya tan acostumbrados a la desinformación en estos días, que se vuelve informativo hablar y debatir sobre ella. Como si eso fuera a cambiar lo cierto o falso de las cosas.
Pero lo que pasó ahí fue mucho más grave y tenemos que prestar atención.
Más allá del intento de robo de identidad virtual y del éxito al de engañar a quien realmente quería creer lo que estaba leyendo, hay que saber que hay personas muy profesionales que se ocupan de causar problemas políticos, atacar individuos, empresas, políticos y a quien sea que se les pague por atacar. Al mero estilo mercenario.
El invento de cuentas falsas que alcanzaron hasta Eugenia, la hermana de Martha, serán el pan nuestro de cada día.
Una mentira elaborada
Pero lo elaborado de la mentira, la cantidad de screenshots inventados para demostrar que lo que estábamos viendo era verdad, el memorándum falso de Televisa a la conductora, los supuestos insultos por WhatsApp por parte del dueño de la empresa a Martha, no fue solo una broma inocente.
Para quien no se haya enterado de lo que estoy hablando les explico a grandes rasgos, porque tampoco se trata de reproducir las mentiras.
Básicamente se supone que le ordenaban a Martha que dejara de apoyar al presidente electo, porque Televisa seguía con EPN.
Y en los perfiles jugaban a que Martha era una redentora de la verdad y que, como niño héroe, estaba dispuesta a aventarse por el precipicio para que se supiera esto. Pero el hecho es muy sencillo: esa no era una verdad. No era algo real.
Televisa, y ningún medio de comunicación, opera de esa manera.
A unos días del cambio
Aunque tuviera la menor lógica y coincida con las percepciones de millones de personas respecto al proceder de los emporios de comunicación, eso, para cualquiera con dos dedos de frente, evidentemente no se hubiera puesto por escrito. Y menos a días que el nuevo presidente tome posesión.
Es absolutamente ridículo, pero la lógica y el deseo de creer lo que a uno le convenga evidentemente no van de la mano, ya que muchísimas per- sonas creyeronen los tuits falsos, los compartieron y hasta le aplaudieron a la conductora por hacer patria, háganme el rechiflado favor.
Ya ni entremos al tema de que Televisa Radio está cerca de dejar de ser parte del emporio de Emilio Azcárraga y ha sido operada todos estos años por Prisa, empresa española, así que ese es otro motivo por el cual jamás hubiese pasado algo así. Simplemente los puestos de las personas mencionadas están todos fuera de fecha, el lenguaje es absolutamente absurdo, el memo está mal redactado, y reitero, jamás se hubiera puesto algo así por escrito.
Pero hasta ayer, lunes por la noche que estoy escribiendo esto, hay quienes insisten que es verdad, solo porque quieren creer en el villano de siempre contra el que sería el nuevo salvador. Nada de esto tiene que ver con una ni con la otra cosa, pero aunque Martha, Rebeca y Gaby han seguido con sus menesteres de manera habitual, es muy importante que dejemos claro que ellas solo han sido las afectadas por semejante acto y por las malas intenciones, sean cuales sean, de quienes lo diseñaron.
Hay quienes insisten en que es verdad porque quieren creer en el villano de siempre