Yoshio Cancino.
“Soy un orgulloso pachuqueño”
“Soy un orgulloso pachuqueño, debes identificarte con todo lo que tiene este lugar”
El titular del Instituto Hidalguense de la Juventud confiesa ser fanático de la comida que le prepara su abuelita . Además, asegura que ama Hidalgo, lugar donde creció y vivió grandes momentos.
Cuarenta metros fueron suficientes para llegar hasta el campanario del Reloj Monumental de Pachuca, uno de los sitios favoritos de Yoshio Cancino Feria, titular del Instituto Hidalguense de la Juventud, al que acude cuando necesita relajarse y pensar en sus proyectos personales.
La unión familiar, visitar a su abuelita Dominga o “Min” como él la llama, para saborear las pechugas empanizadas con espagueti que le prepara, leer y viajar, son actividades que disfruta apasionadamente y que realiza cuando tiene tiempos libres en su vida acelerada. ¿Por qué es especial para ti el Reloj Monumental? El símbolo de Pachuca es el Reloj y es aquí donde venía en mi infancia, cuando no había centros comerciales ni otros atractivos como hoy, por lo que el centro del municipio era el punto donde venía a dar la vuelta con mis papás, a disfrutar de las tardes y escuchar las campanas que marcaban la hora Cuéntanos algún momento de su infancia en este lugar: A una cuadra, en el mercado Benito Juárez, iba a comprar mis palanquetas de nueces con piloncillo para disfrutar los eventos culturales que se realizaban en la pérgola. Estar con mis padres y hermanos en la plaza Independencia, eso me recuerda este lugar. Soy un orgulloso pachuqueño, porque debes identificarte con todo lo que tiene que ofrecerte este lugar en su historia y tradiciones, me emociono cuando hablo de mis raíces ¿Vivías cerca de aquí? Sí, por Aquiles Serdán, pero mis abuelos vivían en la Doctores y nos contaban que esa colonia era las afueras de Pachuca. Mis papás trabajaban, así que temprano nos iban a dejar a casa de los abuelos y de ahí a caminar hacia la escuela. Estudié en la primaria 18 de Marzo y la secundaria número 1. Después regresaba a casa de mis abuelitos para que nos recogieran mis papás e irnos a casa. ¿Qué recuerdas de esos momentos con tus abuelos? Iba al mercado con mi abuelita y me hacía, y sigue haciendo, las pechugas empanizadas más ricas que he probado en mi vida, porque las hacía acompañadas de espagueti con jitomate y su quesito encima. Es mi platillo favorito y soy feliz cuando las como, hasta mis amigos lo saben. También me gusta la sopa de papa. ¿Qué es lo que más te apasiona realizar cuando no estás en el Instituto Hidalguense de la Juventud? Yo estudié turismo fuera de Hidalgo, porque en aquel tiempo no había la carrera aquí. Después trabajé en la Ciudad de México y después regresé a mi estado que amo. Soy apasionado de cómo el turismo te permite generar ese vínculo con la gente y te permite romper fronteras y esquemas, así como compartir lo que es tuyo, una forma de abrir el corazón para que pasen a tu casa y la conozcan. ¿Eres casado, tienes hijos? Soy soltero y estoy dedicado a mi trabajo que me apasiona muchísimo. En un futuro quiero tener una familia, tengo la bendición de tener a mis padres y hermanos, el tiempo libre que tengo se los dedico a ellos, también a mis amigos con los que me encanta ir a tomar un café, al cine e irme al bosque, a las Grutas de Tolantongo, o programar una salida de fin de semana a un destino nacional. Aprovechar lo que tengo y decidí no invertir lo que gano en una familia, sino en mí, por eso me doy la oportunidad de gozar lo que gano, porque por eso trabajo, lo cual disfruto. La vida tiene sus momentos y hoy lo estoy viviendo al 100 por ciento. ¿Cómo se vislumbra Yoshio en cinco años? Quiero seguir trabajando por mi estado, por mi ciudad, por el turismo. He aprendido que cuando das, cuando compartes lo que sabes, lo que has vivido, provocas que más gente crea en ellos mismos. De adolescente, muchas personas me inspiraron y ahora trato de inspirar a los jóvenes para que logren sus metas, viajes y quiero seguir compartiendo con mi gente, en un lugar que amo, donde hago lo que quiero hacer y me hace sentirme bien conmigo mismo. Quiero seguir viajando, no lo voy a dejar de hacer, aunque estoy ahorrando. Que el paso de este mundo de Yoshio sea para que más gente sea feliz, porque yo lo soy y además soy muy afortunado.