La responsabilidad de ser campeón
José Carlos Ramírez tiene otra visión de lo que significa un título mundial, por lo que apoya razones sociales
Apenas el domingo pasado, Ramírez destronó a José Zepeda. Cuando habla de problemas sociales pareciera que el mexicoamericano José Carlos Ramírez se dedica a otra cosa y no al boxeo.
El actual campeón del Consejo Mundial de Boxeo es hijo del campo, sabe lo que es pasar toda una jornada en la pizca de algodón o fresaenCaliforniaparaganarunos dólares, y es por eso que cuando se presentólaoportunidaddealzarla voz tomó como bandera las razones sociales que a él lo marcaron.
Migración, agua y cáncer han sido algunos de los temas que ha abordado el peleador de 26 años buscando generar conciencia.
“Son cosas que son muy importante para mí y mi comunidad. Es algo que seguiré haciendo, porque es algo positivo; la verdad, he tenido una familia bendecida, pero hay personas que no la tienen y yo quiero enseñarle a mi hijo esos valores que a mí me inculcaron. Quiero ser un mejor ser humano”, resaltó el monarca que marcha invicto en el terreno profesional.
Ramírezaseguróquelasatisfacción más grande es saber que hace algo mucho más que llevar diversión a la casa de sus fanáticos, que está ayudando a generar un cambio necesario para ese grupo de personas que ve haciendo filas de madrugada para irse a trabajar al campo, “es mi gente”, abundó.
El tricampeonato, una meta
José Carlos Ramírez tiene claro que sus planes en el boxeo aún no llegan ni a la mitad de lo que quiere lograr dentro del deporte, y por esoexplicóqueeltrabajoenelgimnasio será elemental para alcanzar la meta de convertirse en tricampeón mundial en diferentes divisiones y seguir los pasos de esas leyendas mexicanas a las que admira desde niño.
“Si quiero dejar una huella, es necesario que siga el camino y no medetenga.Haymuchospeleadores muy buenos en mi división y sé que si no consigo una pelea de unificación, subiré de división. Quiero ser recordado junto a los grandes”, explicóelnacidoenCalifornia.