¿Zapatitos quen pompó?
No soy nadie para criticar a los opositores a la cuarta transformeichon, pero me temo, como ya lo he explicado otras veces por este medio, que como dirían los clásicos, se están haciendo fuera de la taza. Y es que a pesar de la paciencia que se les ha tenido, la verdad ya es tiempo como para que hubieran pasado de una saludable y comprensible
ardidez a establecer auténticas estrategias de contrapeso que vayan más allá de una simple histeria colectiva. Digo, en un principio, después de la recia que les pusieron está bien estar un poco groguis, pero a estas alturas del partido ya era como para que estuvieran bien organizados en vez de esperar algún hombre barbado de alguna profecía esperada para que los viniera a salvar del muladar en el que con gusto chapotean peor que nuestros gobiernos latinoamericanos en las miasmas de Odebrecht. Bueno, Alan García, a quien un día se le admiró, tristemente terminó suicidándose antes de enfrentar la detención y eventualmente la cárcel para no acabar peor que Fujimori.
Afortunadamente en México todavía no ha caído ni Lozoya Lozoyita. Como quiera que sea, volvamos a la mediocridad opositora que, válgame Dios, exige resultados a Amlove para que se gane el reconocimiento como Empleado del mes, cuando ni siquiera pueden articular, en algo remotamente parecido al español, una estrategia interesante, refrescante, que le reanime el espíritu a su escasa feligresía. Cómo estará la cosa que lo más estructurado es el libraco de Francisco Martín Moreno que parece un compendio de grandes ideas del subjefe Diego, el ex presidente Fox, Ricardo Alemán y David Páramo.
En ese sentido lo más rescatable fue el acto heroico de Pedrito Ferriz III, quien con el Manual de Carreño en la mano y el GQ en la otra, fustigó con mucha razón a AMLOVE por andar con zapatos roídos y si bolear, vestido con un traje viejo carente de bastilla, alejado del prête-a-porter, el je ne sais quoi y de glamour. Hasta los Hueros Castañeda del red set criticaron al señor López. Bien hecho. Y todavía hubo gente que criticó a este dandy y su banda bon vivant de fificientos, acusándolos de frívolos y superficiales. No puede ser.
La izquierda bien vestida, jamás será vencida.
Por fortuna en México todavía no ha caído ni Lozoya Lozoyita