Semana Santa y la fe
Como cada año, los creyentes del cristianismo se reúnen a filosofar sobre la vida y milagros de Jesucristo. Las iglesias de todo el mundo que se rigen bajo sus principios dan muestra de lo que a lo largo de dos milenios los mantiene en el mismo lugar, con la misma fe.
En México la libertad de culto permite a cualquier ciudadano nacional o extranjero profesar la creencia que a bien le convenga y son estos días los que se aprovechan para llamar a la reflexión y al debate.
¿Es buena la religión para el mexicano?Sinapasionamientos,eltenerunmodeloestructuralenquesostenersenosolo conviene al orden y a quien lo mantiene,tambiénalospueblosycomunidades donde las familias se dedican por generaciones a la preservación de una tradición.
Es entonces la religión una forma de arraigo con valores que sirve a la composición del tejido social. Y si nos remitimos a sus orígenes, sirvió como forma de control sobre la gente.
Hoy las libertades ganadas nos dan el derecho de imponernos incluso sobre la propia religión. De otra forma, los no creyentes no tendrían días de asueto. Y los feligreses tendrían mayores responsabilidades morales y sociales.
Una de las distinciones del recordatorio de la muerte por sacrificio humano del Cristo es el mensaje que dan los líderes espirituales. De ahí que muchos se muestran insurrectos, contrarios, ajenos a lo que se conmemora.
La lucha interna entre los que creen y los que no queda de lado en la Semana Santa, de ahí su importancia. Patrimonio cultural de los católicos, emblema evangélico, rito de otras expresiones, es parte de la humanidad y eso alienta a la fe de los que la pregonan. Los que acompañan el proceso solo pueden participar de cierta forma, pero también son incluidos en el ámbito cultural y del pensamiento. Leer sobre la historia nos debe hacer pensar en el futuro, aunque este no sea siempre el más alentador.
“Es entonces la religión una forma de arraigo con valores que sirve a la composición social”