Tijuana. Al rescate de la memoria y la diversidad cultural de la frontera
“El objetivo del curso fue que los participantes vieran lo que significa ponerse frente a la hoja en blanco, atreverse a escribir”, dice Olga Gutiérrez
El taller de narrativas autobiográficas busca darle voz a la gente “de a pie”. En un territorio definido por el movimiento constante a causa de la migración, la memoria se convierte en uno de los tesoros más preciados de la gente: una herramienta de construcción de identidad, con todo lo complejo de esa tarea.
En ese camino se inscribe el Taller de narrativas autobiográficas y testimoniales, organizado por el Instituto Municipal de Arte y Cultura (IMAC) de Tijuana, en diversos escenarios de la ciudad, con la intención de lograr tener un panorama de la manera en que se ha levantado una geografía emblemática y enigmática para todo el país.
El taller de narrativas surgió de la necesidad de reconocer la tradición oral, descubrir la relación entre la literatura y la oralidad, así como dar cuenta de la diversidad y multiculturalidad característica de la frontera, en palabras de Miriam García, coordinadora del Museo de Historia de Tijuana (MuHTi).
Más que tratarse de un trabajo académico, desarrollado por historiadores profesionales, la intención con el proyecto fue doble: darle voz a la gente “de a pie”, al tiempo de retar a los participantes a enfrentarse a los retos de la escritura.
“El objetivo del curso fue que los participantes vieran lo que significa ponerse frente a la hoja en blanco, lo que significa atreverse a escribir”, en palabras de la poeta y maestra en el taller Olga Gutiérrez, para quien resulta indispensable darle voz a la comunidad y, además, rescatar la historia cotidiana de la ciudad.
A través de los textos desarrollados dentro del taller, se retrata a Tijuana principalmente desde la óptica de mujeres profesionistas, amas de casa o interesadas por el arte, pero también incluye la experiencia de algunos hombres que terminaron por integrarse al proyecto.