¿Nuevos impuestos?
Una vez concluida la discusión y consumada la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 en el Congreso de la Unión se tiene prevista, por fin, una estrategia en la que se define el rumbo económico del país para el resto del sexenio.
Más allá de los argumentos sociales o los conceptos de la 4T que se esgrimen en dicho texto pensado por el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, se tiene que mirar en particular la pretensión del crecimiento sostenido que se busca.
De acuerdo al análisis que se hizo en San Lázaro, se enfatiza la necesidad de revisar los Impuestos Especiales sobre Producción de Servicios, los Gastos Fiscales, el Impuesto
Predial y el Comercio Electrónico, pues se estima que para cubrir el gasto público en 2020 se necesitará un presupuesto de al menos 6.2 billones de pesos.
Para alcanzar el crecimiento promedio del 4 por ciento establecido en el Plan Nacional de Desarrollo, es necesario establecer políticas contracíclicas que permitan elevar los niveles de inversión a 30% como proporción del PIB, según se determina.
Lo anterior es muy importante ya que para elevar la captación de recursos se requiere, en el caso del IEPS, elevar o condicionar el pago por la producción y venta o importación de gasolinas, alcoholes, cerveza y tabacos.
En el caso del Predial, es por todos conocidos que se tiene que realizar un ajuste necesario en el cobro catastral del país, ya que hay contribuyentes que siguen tributando lo mismo que hace 20 o 30 años cuando su patrimonio territorial ha crecido significativamente.
Aventurarse a hablar de nuevos impuestos en un caso muy difícil de poder aceptar o siquiera ponerse sobre la mesa; siempre habrá un rechazo, pero también deben existir alternativas para que al final el menos afectado sea el pueblo, el que menos tiene.
También deben existir alternativas para que al final el menos afectado sea el pueblo