Huachicol por narcomenudeo
El robo de combustible en Hidalgo es un problema antiguo que ha empeorado de manera dramática en las últimas
tres décadas, llegando a ser territorio de criminarles locales, dominados por grupos de la delincuencia organizada. Su impacto se ha sentido profundamente en la zona de Tula de Allende al igual que en los municipios aledaños.
Esta región ha tenido un aumento en los índices de violencia, relacionado con los niveles de disputa entre grupos criminales para controlar la zona, lanzando amenazas respecto a la probreza, inseguridad y corrupción. Todo esto ha ayudado a romper el tejido social y por ende, el incremento del índice de asesinatos y corrupción entre la población, motivo que puso en alto riesgo la paz social y la seguridad en todos esos municipios. A la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República, declara la guerra contra el huachicol, robo y contrabando de combustible, cumpliendo así su principal promesa electoral atajando ese delito de manera frontal hacia los grupos de la delincuencia organizada al igual que a los empleados corruptos de Pemex; entre ellos el grupo de Tula de Allende e incluso cerró los oleoductos más atacados y a consecuencia de todo lo anterior, provocó escasez de gasolina y la tragedia de Tlahuelilpan con más de 150 muertos. Tal vez redujo el robo de combustible según declaraciones de AMLO en un 95%, mientras por otro lado, se incrementa el narcomenudeo e incluso, aumenta el índice del robo a casa habitación y negocios; se acrecentó el número de desaparecidos en estos municipios, sembrando el miedo y el terror en toda la sociedad. Para terminar, no le resta más que preguntarse a la población ¿cuál fue el beneficio que han tenido derivado de la estrategia de guerra en contra del huachicol?