Sexualidad y música
Hace más de dos décadas que Verónica Maza Bustamante se dedica a escribir artículos sobre las distintas maneras que tiene el ser humano de ejercer la sexualidad. Antes de abordar este tema, su mayor motivación era hablar de música. Si existe una palabra que define su carrera en los medios de comunicación, en MILENIO específicamente, es la persistencia. Ella ha
sido perseverante en un asunto de interés y, lo mejor, ha sabido encontrar un par de rutas—la música y la sexualidad— que llegan —inevitablemente— al clímax.
Seguramente si veinte años atrás alguien le hubiera dicho a la autora que iba a publicar un libro con esta particular arista, no lo habría creído. Porque —insisto— es el resultado de muchas lecturas, de horas detrás de varios libros, de andar cazando recuerdos, imágenes e instantes de diversa índole.
Hay ciertos puntos en los que enfatiza, los muestra a partir de entrevistas que realizó a compositores e intérpretes: la creatividad, el escenario, qué sucede cuando el músico enfrenta al público que lo espera y acaso puede hacer casi cualquier cosa con sus fans. Sobre este último punto, páginas adelante recupera una anécdota relacionadacon el mundo de las gro u pies. Por su tendencia a la depresión y al consumo de drogas y alcohol, Jan is Joplin se quedaba sola, mientras sus compañeros iban a divertirse. Una noche en San Francisco, durante el after, la cantante le solicitó a uno de sus colegas que le trajera al hombre más guapo que viera en la calle. El chico que se unió ala fiestarespondí a al nombre de Ericy su apellido era nada menos que Clapton. “Hoy es tu día de suerte”, exclamó la famosa intérprete. Sexóloga y periodista Sinfonía del placer. Turner. México, 2019.
Bob Stanley en Yeah! Yeah! Yeah! La historia del pop moderno asegura que este género abarca desde rock, rhythm & blues, soul, hip hop, techno, heavy metal hasta country. En la reflexión de Stanley se sustenta la forma que posee la escritora de ver la sexualidad: “Desde numerosas aristas, pues esta comprensión de una totalidad nos hará reafirmar lo que nos pertenece, pero también aprender a respetar los sentimientos, percepciones y gustos de los demás”. En estos ensayos como en sus artículos periodísticos, prevalecen esas dosis de tolerancia, pinceladas de humor, historia y algo más que rock.