Formas políticas
La realidad política hidalguense ha confundido a propios y extraños por las formas en las que actualmente se está presentando el oficio de quienes gobiernan, quienes son representantes populares y quienes aspiran.
Eventos como el de ayer en Pachuca
donde se arropa de gran forma al senador Julio Menchaca y donde se presentan personajes nacionales y representantes presidenciales dan un mensaje oculto y entre líneas, de que estamos ante un claro aspirante a la sucesión gubernamental.
Sin embargo, en política nada es casualidad y aquí se ha dicho y se ha visto en la realidad donde cuando parece que todo va encaminado a un perfil y una campaña, resulta que es otra.
El presente dicta que hay más de 10 o 12 aspirantes a ser go- bernadora o goberna- dor; Hidalgo de forma extraña se ha convertido en un objeto del deseo para el Presidente pues es una de las entidades donde no se ha dado la alternancia, junto con Coahuila, por lo que parece que ya hay un objetivo directo para ganar esas entidades para Morena.
La claridad refuta lo antes dicho cuando vemos a los gobernadores siendo aliados estratégicos del Presidente y no sólo en Hidalgo, sino en Estado de México o por ejemplo en Baja California donde ocurrió la primera de las transiciones de la Cuarta Transformación.
Las formas políticas con las que se conducen los actores partidistas, pues al final llegaron por unas siglas y unos colores, definen mucho de lo que se avecina.
¿Cuál es el proyecto más rentable y por qué? Sabremos algo de las pretensiones de los gobernantes y los suspirantes en 2020, al menos en Hidalgo, aunque digan lo contrario, con los resultados de quienes se lleven la mayoría de las presidencias municipales y fijen parte del rumbo a tomar para la sucesión de 2022, con todo y el dicho que resuena que este arroz ya se coció.
El presente dicta que hay más de 10 o 12 aspirantes a ser gobernadora o gobernador