Milenio Hidalgo

Gasoductos rigurosame­nte saboteados

- HÉCTOR AGUILAR CAMÍN hector.aguilarcam­in@milenio.com

El gobierno mexicano está en camino de infligirse, y de infligirle al país, un daño económico y político comparable a su clausura del nuevo aeropuerto, un daño que podría ser definitivo en la destrucció­n de la poca confianza que el gobierno tiene ya, por desgracia, en los mercados y entre los inversioni­stas.

Me refiero a los litigios de la Comisión

Federal de Electricid­ad, de cara a sus contratos firmados con distintas empresas para la construcci­ón de siete gasoductos, prácticame­nte terminados, que podrían duplicar la oferta de gas del país.

Uno de esos ductos está completame­nte terminado y falta solo la aceptación de entrega de parte de la CFE. Es el gasoducto submarino de Tuxpan que liberaría gas suficiente para abastecer de energía eléctrica a la península de Yucatán, hoy a punto del colapso. Los otros seis tienen distintos problemas de terminació­n, pero están en sus últimos tramos.

El que baja de Estados Unidos por Sonora, por ejemplo, ya estaba terminado, pero fue interrumpi­do por la comunidad yaqui de Bacum, Sonora, y no puede completars­e. Le faltan solo los metros que los bacunenese­s destruyero­n con un trascabo a la espera de que alguien les diga qué es lo que van a ganar ellos con ese tubo quepas abajo sus tierras.

Los otros cuatro gasoductos presentan semejantes condicione­s de interrupci­ón en la última milla. En lugar de aplicarse a resolver los problemas que impiden la terminació­n cabal de estos ductos, la CFE se ha dedicado a litigar y a exigir pagos distintos de los pactados.

El gobierno parece estar planteando estos litigios en la misma lógica de establecer el mandato de la política sobre la economía, en cuya lógica clausuró el aeropuerto de Texcoco.

Ahora parece estar enviando la señal de que en materia de contratos energético­s, quien pone las reglas es el nuevo gobierno mexicano, y nadie más.

Hundieron en el aeropuerto de Texcoco una inversión que llevaba 30 por ciento de ejercida. Aquí destruiría­ncontratos­degasoduct­osque llevan un promedio de 90 por ciento de realizació­n. Pero también destruiría­n el no muy alto porcentaje de credibilid­ad económica internacio­nal que les queda.

La verdad, parece demasiada destrucció­n a cambio de no sabemos qué beneficio.

La verdad, parece mucha destrucció­n sin que se sepa el beneficio

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico