La venganza de los audífonos
Toda gran marca ha tenido un némesis en su industria: un competidor a vencer con productos similares. Y creo que el terreno de los smartphones es uno de los más complicados, pues las compañías destacan sus artículos muchas veces haciendo notar las debilidades de los otros.
Es el caso de Samsung que, como parte de sus campañas de lanzamiento de nuevos teléfonos en años anteriores, decidieron ir con todo en contra de Apple. Uno de los comerciales más memorables se titula Actualízate, y contaba la historia de un fan de Apple que cada año veía cómo su iPhone tenía siempre desventajas contra los nuevos modelos de la compañía coreana.
Desde la resistencia al agua y el uso de un lápiz óptico en vez del dedo hasta la desventaja de no tener una entrada para los audífonos alámbricos, el famoso jack 3.5 que Apple dejó de instalar en sus teléfonos y que Samsung no había dejado de tener hasta ahora.
Esta semana la firma presentó el Galaxy Note 10 en Nueva York, y una de sus novedades es que también o por fin, mejor dicho, desaparece la entrada de los audífonos, una tendencia en la industria por diversas razones, una de ellas porque da espacio para baterías más grandes y la posibilidad de instalar uno que otro sensor que cada marca diseña para distin
tas funciones.
El punto no es si Samsung se alineó o no con la tendencia de la industria, sino que alguien de la compañía tuvo que recular, darse cuenta de que han sido unos bullys en su publicidad, y de un día para otro bajaron de sus canales oficiales en todas partes el comercial donde se burlaban de la falta de entrada para los audífonos en los dispositivos de Apple. La nota no fue menor, todos se dieron cuenta de este movimiento y se convirtió en una de las más importantes que acompañaron a las del lanzamiento del nuevo teléfono de la compañía.
Competir es sano, crea un beneficio para el consumidor y empuja a toda compañía a crear más y mejores productos. De hecho, no solo Samsung se burla de la competencia, Huawei no tiene ninguna pena en sus presentaciones de nuevos teléfonos en mostrar casi siempre una comparación con iPhone, y han existido momentos, principalmente en redes sociales, donde hacen comentarios en burla a la poca innovación que según ellos presenta Apple, pero esto no todo el tiempo es bueno.
Siempre hay notas que opacan un poco a las principales, como fue el caso de esta y los videos de burla, pero para no dejar de lado a la estrella de la presentación, el Note 10 llegará a México a finales de agosto, costará algo así como 22 mil 999 pesos y la versión plus por 28 mil pesos.
Por cierto, que también llamó la atención que el asistente inteligente Bixby, que con tanta fuerza se relanzó el año pasado, esta vez no tuvo mención en el escenario, y la alianza que anunciaron con Microsoft nos hace pensar si en una de esas no veremos pronto algo híbrido de este asistente y Cortana, aunque ambos han sido un casi fracaso para ambas compañías, pues sinceramente en ese terreno los competidores se llaman Alexa, Siri y Google.
A Samsung esta vez le cobró factura hacer lo mismo de lo que solía burlarse y ojalá de esto aprendan todos: hacer bullying bajo ninguna circunstancia es bueno.
Como dice el dicho “Cuando veas la barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. Una exhibición interactiva instalada ayer en una calle de Denver, como parte de una bienal dedicadaalaempatía,combinaarte,historias y humanismo para que los participantespuedanliteralmentecaminarenloszapatosdeotros.
El proyecto Una milla en mis zapatos forma parte de la Bienal de las Américas, que se celebra ahora en Denver y es el resultado de la colaboración entre la artista inglesa Clare Patey y el filósofo Roman Krznaric, nacido en Australia y educado en Inglaterra.
“Cuando pensamos en cuál era la mejor forma de conectar a las Américas pensamos en la empatía, porque ese es el elemento faltante en nuestras relaciones”, dijo Erin Trapp, socióloga y directora ejecutiva de la Bienal de las Américas en Denver.
La propuesta en sí es sencilla y engañosamentesimple:losparticipantes se ponen el calzado real quealguienmásusóyluegocaminan por las calles de Denver.