Milenio Hidalgo

El juego de las llaves

- ÁLVARO CUEVA alvaro.cueva@milenio.com

Definitiva­mente, la serie mexicana El juego de las llaves de Amazon Prime Video es una de las sorpresas más agradables de la temporada. ¿Por qué? Porque es divertidís­ima, morbosa, cachonda, reveladora y muy, muy diferente aloque normalment­e se ofrece en este mercado. Cuando hablamos de series mexicanas, por regla general, se trata de conceptos o muy largos, o en capítulos de una hora, o diseñados más para televisión tradiciona­l que para un sistema de distribuci­ón de contenidos en línea.

El juego de las llaves, no. Usted la comienza a ver y antes de que se dé cuenta, ya acabó con los cinco capítulos de más o menos media horade su primera temporada.ni manda da a hacer para una plataforma como Amazon Prime Video e, insisto, si usted pertenece a su segmento de mercado, le va a fascinar.

¿Y cuál es ese segmento de mercado? El de los adultos de la generación Rebelde, el que va a las salas cinematogr­áficas a consumir las innumerabl­es comedias románticas del cine nacional. Usted sabe, Dulce familia, No manches Frida 2, Mirreyes contra Godínez, Loca por el trabajo, Mi pequeño gran hombre, La boda de Valentina y Cómo cortar a tu patán, por mencionar solo unas cuantas.

¿Cuál es la nota? Que esto antes solo se veía en los cines. Ahora está llegando a las series, lo cual es sensaciona­l, porque es ahí donde pertenece, porque es en las series donde puede alcanzar su máxima expresión.

¿O qué, a usted ya se le olvidó que México fue potencia mundial contando historias de amor en televisión en algo que antes llamábamos telenovela, y que no es otra cosa que la misma gata revolcada que ahora nos están

ofreciendo estas plataforma­s con la etiqueta de series?

Por si esto no fuera suficiente, yo me enamoré de El juego de las llaves, porque se me hizo una versión siglo XXI del legendario cine erótico mexicano de principios de los años 70, tipo Tres mujeres en la hoguera y El llanto de la tortuga. La diferencia es que lo que antes nos parecía dramático, ahora es chistoso. Y a las pruebas me remito: ¿De qué trata El juego de las

llaves? De intercambi­o de parejas. No levo ya dar más detalles para no arruinarle la experienci­a, pero le juro que es muy entretenid­a, interesant­e y que está muy bien hecha.

Los libretos de un equipo de escritores encabezado por Verónica Bellver (Las Aparicio) y Sandro Halphen (Ni tú ni yo) son espléndido­s. Fluyen riquísimo. La dirección de Kenya Márquez (Papá a toda madre), Javier Colinas (El cumple de la abuela) y Fernando Lebrija (Amar a morir) maneja un tono pulcro, perfecto. Pero nada como las actuacione­s de Humberto Busto, Fabiola Campomanes, Hugo Catalán, Horacio Pancheri, Maite Perroni, Marimar Vega, Ela Velden y Sebastián Zurita, los protagonis­tas de este concepto.

Todos están maravillos­os.personajes. Le inyectaron verdad y dignidad a cada una de sus escenas. Es impresiona­nte verlos trabajar así, porque esto es exactament­e lo que nunca hubieran hecho en una televisora convencion­al. Ahí es donde uno se da cuenta de su talento, de sus capacidade­s, de que son excelentes. Luche por ver ya El juego de las llaves en Amazon Prime Video. Le va a encantar. De veras que sí.

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CLASOS La serie, dirigida a la generación Rebelde.
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