Asusta, escandaliza y paraliza
Me sigue asombrando que para muchos –comentaristas, directivos e inclusive aficionados-, cada que se presentan hechos violentos en las tribunas o explanadas y vías de acceso y salida de un estadio de futbol, lo primero que se les venga a la cabeza sea la sanción y no las causas que generan esas riñas o enfrentamientos.
Veto al estadio, castigo a la directiva y a miles de otrosseguidoresdelequipoquenoparticiparonde la violencia, que solo fueron víctimas de ella.
¿De verdad alguien puede considerar que lo más importante es vetar un estadio durante una o dos o tres jornadas?
¿Por qué no se dan a la tarea todos (medios, directivos, jugadores mismos y por supuesto el grueso de ese público que va de cotidiano a ver a su equipo), de identificar a los violentos e impedirles que vuelvan a entrar a presenciar un partido de futbol?
Decía en mi escrito de ayer que si uno revisa con calma los videos que existen sobre el enfrentamiento, no solo el de la transmisión televisiva, sino el de muchísimos aficionados que desde otras tribunas grabaron los hechos, se puede identificar con absoluta facilidad a los cabecillas de esa riña.
Pero no, las cosas no van por ahí, o no han ido al menos… Se supone que los integrantes de las barras de animación de ambos equipos están credencializados por los mismos equipos que dicen representar.
¿Por qué no la Liga BBVA o la Federación Mexicana de Futbol se avocan a ello y por primera vez en la historia de esta recurrente violencia nos demuestran que tienen de verdad recursos e intención de erradicarla?
Y no digo que en paralelo no se revise la responsabilidad de quienes debieron ejecutar una estrategia de seguridad y vigilancia mucho mejor planeada y ejecutada.
Pero bueno, mientras alguien reacciona y sacude, lo único que queda es la violencia que asusta, escandaliza y paraliza.
Se supone que los integrantes de las barras de animación están credencializados