La complejidad de gestionar lo educativo
E n el diseño, elaboración, implementación y evaluación de políticas educativas es siempre necesario reconocer su complejidad. La complejidad de las políticas educativas, como algunos documentosloseñalan,estáensuinterdependenciademúltiples factores internos y externos. Internamente, por la diversidaddeactoresyfunciones,posicionadosenestructurasasimétricasderelacionesystatus.Ademásdeunaorganización con escasos puntos de articulación en sus niveles.Demaneraexterna,porquelosprocesoseducativosse vendeterminadoseinfluenciadosporotroscamposdelorden social, particularmente económicos y culturales, que pueden inhibir su desarrollo o potenciarlo. Pero quizá el punto más complejo de las políticas educativas sea el referidoalasrelacionessociales,dadaqueenelloradicasuesencia. Aquí se sitúa entonces un punto de partida para comprender su complejidad, que consiste en comprender esas relaciones sociales existentes. En términos de Néstor López, sedebeprocurar“unacompresiónquevinculereflexivamenteaactoresqueenlarealidadintervienensiempreligadosenel diseño y la implementación de las políticas en un determinado contexto o escenario, con conceptos generados desde el análisis de las mismas políticas” (López, et. al. 2009) En elámbito,latinoamericano,ymexicanoenloparticular,las políticas educativas de orden neoliberal han llevado a un cierto grado de deshumanización que requiere detenerse para su análisis en función y relación a los contextos locales. Requiere de nuevas miradas, nuevos pensamientos, nuevas racionalidades, para comprender nuestro contextoeducativoydeterminarnuevoscaminosdepensamientoyacción.Segeneraentonceselcompromisodepensary problematizarantesdeactuar,ydeasumirconresponsabilidadlosproblemasqueexigenunaatenciónparticular.Debemos tener la sensibilidad y capacidad de acción ante los problemasemergentesquesehacenpresentesennuestra experiencia educativa. Es decir, transitar hacia una nueva formadegestionarloeducativo.
Contextualizar nuestra gestión es prioritario para generar nuevas formas de intervención ante nuestra realidad educativa. Generar implica no traer modelos de otras experiencias. Generar gestión propia implica un reconocimiento de nuestras posibilidades, capacidades y realidades. Lo anterior nos permitirá que nuestra mirada y acción sea acorde a nuestros problemas y necesidades, a reconocer la cultura de nuestro entorno educativo, y por supuesto a las características esenciales de la sociedad en que vivimos.Replantear nuestra noción de gestión ante los problemas, obstáculos y dificultades es necesario. Una nueva postura ante el conocimiento educativo asociado a la experiencia y contexto, nos lleva a gestionar lo educativo y escolar para reconocerla, describirla, narrarla, interpretarlaeintervenirenysobreella.Así,nosposicionamos ante una noción de gestión y de lo educativo como algo dinámico, cambiante, “dándose”, y no estático, que responde al devenir histórico-social. En congruencia con Schön consideramosquelagestiónesreflexión,enoposiciónala gestióncomotecnicismo-instrumental.Paraesteautor,la reflexiónenlaacciónposeeunafuncióncríticaydalugara la experiencia en contexto: “Ideamos y probamos nuevas acciones que intentan explorar los fenómenos recién observados”(1992,p.38)._
Contextualizar nuestra gestión es prioritario para generar nuevas formas de intervención