¡Lloren, guitarras! Ha fallecido El Requinto de Oro, Chamín Correa
El guitarrista y productor, que hizo historia en la época de los tríos, falleció a los 90 años; trabajó con Carlos Cuevas, Luis Miguel, Gloria Estefan, Dulce, Tania Libertad y Rodrigo de la Cadena
Ben ja mín Correa, mejor conocido como Cha mín Correa, fue uno de los requintos más importantes de América; sus bala das y boleros tocaron el corazón de numerosas generaciones y quedarán como legado tras su muerte ayer a los 90 años de edad.
“Amigo entrañable”, “Figura del bolero”, “Se fue uno de los mejores requintintas del mundo” fueron solo algunas de las frases que se produjeron de parte de Alberto Ciurana, Rodrigo de la Cadena y Carlos Cuevas, quienes además de conocer y ser amigo del gran músico, se enamoraron, suspiraron y en muchos casos compartieron el escenario con él.
Chamín nació en una familia amante de la música; a temprana edad la tomó como carrera y, en 1951, fundó el trío musical Los Tres Caballeros con Roberto Cantoral y Leonel Gálvez, con quienes hizo historia tras firmar en 1956 un contrato de exclusividad con Discos Musart y lanzar su primer álbum con “El reloj” y “La barca”.
En otra etapa de su vida, ya de manera solitaria, aunque, como siempre, acompañado de su guitarra, empezó a ganarse el mote de El requinto de oro, por la virtuosidad que proyectaba para ejecutar su instrumento.
En 1964, su guitarra sonó al lado de la voz de Guillermina Jiménez Chabolla, conocida como Flor Silvestre grabó rancheras como “Aquel amor” y “El tren si pasajeros” y boleros como “Pensando en ti” y “Amar y vivir”.
Aunque su pasión por la música
romántica siempre estaba latente, por lo que hizo mancuernas con varios intérpretes del género, entre los que destaca Luis Miguel y Carlos Cuevas, con este último participó en el Festival O TI, ese semillero de canciones, donde su requinto siempre fue constante.
Chamín Correa también dirigió y produjo a Juan Gabriel, Lucía Méndez, Dulce, Enrique Guzmán, Rocío Dúrcal, Gloria Estefan, Óscar Chávez, Julio Iglesias, Tehua y Lucho Gatica.
“Se nos fue uno de los más grandes requintistas del mundo entero; yo lo recuerdo con mucho cariño porque surgió una amistad a raíz del festival OTI que ganamos en 1990 y después las cinco producciones que tuve con él. Gracias a Chamín Correa por enseñarme a cantar, por enseñarme a bol e re ar ”, indicó Carlos Cuevas, quien, al igual que Rodigo de la Cadena, fue uno de los últimos intérpretes que unió su voz al singular requinto.
Así como su amigo Martín Urie ta, y los dos caballeros que se le adelanta ron, pero ahora se han vuelto a reunir para llevar serenata.