Un duelo en la trinchera
La poderosa defensiva de San Francisco secó por completo a Minnesota, pero los Aaron (Rodgers y Jones) buscarán ser la kryptonita de la unidad coordinada por Robert Saleh y encabezada por Nick Bosa
Este domingo, el juego que cerrará la actividad y definirá al segundo protagonista del Super Bowl LIV será un duelo entre dos clásicos rivales de la Conferencia Nacional, 49ers y Empacadores, quienes en esta edición prometen un choque defensivo.
El enfrentamiento en playoffs entre San Francisco y Green Bay se ha repetido en siete ocasiones, pero en una sola ocasión éste ha sido para definir al campeón de la NFC. Fue el 11 de enero de 1998, en el 3Com Park, y los Cabezas de
Queso sorprendieron al llevarse la victoria por 23-10.
En aquel juego, los 49ers de Steve Young y Terrell Owens se vieron superados por los Empacadores de Brett Favre y Antonio Freeman en un partido en el que luego de perder la ventaja que consiguieron tras el primer cuarto, San Francisco no volvió a tener oportunidad de ganar.
En esta ocasión, tanto los de la Bahía como los de Wisconsin cuentan con argumentos para salirse con la suya, pero aunque San Francisco tiene en Tevin Coleman y Raheem Mostert a un buen combo de corredores y Green Bay cuenta con Devante Adams y Aaron Jones para acompañar a Aaron Rodgers, parece que lo que definirá al ganador será el desempeño de cada equipo en el sector defensivo.
Y en esa área, los gambusinos presumen ser más fuertes.
Porque luego del espectáculo que dieron, frenando en solo 21 yardas al ataque terrestre de los Vikingos de Minnesota, de las que 18 fueron del estelar Dalvin Cook, no se puede esperar nada menos que otra gran actuación de la unidad de coordinada por
Robert Saleh y comandada por el novato Nick Bosa.
En su debut en esta postemporada, no permitieron un solo primer y 10 por tierra y además frenaron en 126 yardas por aire a los Vikes. Suficiente para saber por qué ganaron tan fácilmente aun cuando Jimmy Garoppolo solo consiguió 131 yardas, un TD y sufrió una intercepción.
Las seis capturas que lograron igualaron la segunda mayor cantidad en la historia del equipo en postemporada, y éstas se repartieron entre cinco diferentes jugadores: Nick Bosa, Arik Armstead,
Dee Ford, Deforest Buckner y Solomon Thomas. O sea que más que cuidarse de un estelar hay que batallar con todo un equipo estelar, mismo que además cuenta con una secundaria competente, encabezada por Richard Sherman.
Pero del otro lado estará un jugador que ha sido dos veces MVP de la liga, Aaron Rodgers, un quarterback de 36 años de edad que cuenta con el soporte de su tocayo, un corredor que si bien apenas tiene 25 años, es claro que tiene la capacidad para convertirse en el héroe inesperado
que guíe a los Empacadores a su primer Super Bowl desde 2010.
Jones solo consiguió 62 yardas ante Seattle, pero lo complementó entrando par de veces a las diagonales. Rodgers solo lanzó para 243 yardas, y también lo integró con par de envíos a la zona prometida. Eso es lo que Green Bay buscará para vencer a San Francisco: efectividad. Tal vez no tener números exorbitantes de sus jugadores, sino hacerse sentir en el marcador y poner presión en Jimmy Garoppolo.
De ganar, los Packers estarán llegando a 36 victorias en playoffs, y con ellos empatarán con la segunda mejor marca en la historia a los Acereros de Pittsburgh, colocándose además a solamente una más del récord en este departamento, el cual poseen los Patriotas de Nueva Inglaterra, con 37.
Así, será esencial el esquema de juego que programen los jóvenes Matt LaFleur y Kyle Shanahan, entrenadores en jefe de Empacadores y 49ers, un par de cerebros que solo tienen 40 años de edad, pero que han mostrado cualidades para convertirse en los nuevos genios de la NFL.
Esta temporada el juego aéreo no ha sido definitivo, y aunque cualquier sorpresa puede presentarse, Packers y Niners buscarán dominar la trinchera para poder ir al Súper Domingo.