Pablo Vargas y Morena
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L as diferencias internas en las dirigencia de Morena afectan el proceso electoral en Hidalgo provocando un fenómeno cuestionado por la mayoría de los integrantes, situación compleja y confusa que no deja ver posibilidad alguna de acuerdos entre los diferentes grupos que se encuentran en pugna por controlar a los candidatos en los 84 municipios.
Dicha crisis que se agudiza con la llegada del plazo de fin de mes y durante la primera semana de marzo luego de repartir las cuotas electorales con la finalidad de ganar la mayor parte de los municipios.
Lo único cierto es que buscan garantizar proyectos de 2021 y 2022 articulando una situación en la cual se vea a Morena entrampado sin salida por los conflictos internos. Morena surge como respuesta al agotamiento del cómo los partidos ejercían la política y los vicios de partir el pastel electoral; pese a esto, los morenistas están mostrando a los hidalguenses que son las mismas tribus del PRD, PAN y PRI que salieron para formar parte de ese partido, buscando estar en el poder y lograr sus caprichos así como la ambición del poder, situación que afectará los principios de la 4T.
Sin duda alguna, lo acontecido en estos días pone en riesgo a todos los grupos de no lograr sus objetivos y que le impongan candidatos en discordia como es el caso del destape de Pablo Vargas en Pachuca para descartar toda posibilidad de los grupos que protagonizan la pelea de elegir a los candidatos.
Lo más sano para este instituto político en la víspera del próximo proceso electoral es buscar al mejor perfil del candidato, alejado de la ambición e intereses personales, aunado a que deben preocuparse por contribuir a una estructura electoral que garantice operar para ganar las elecciones.