Nuestros años felices
En el acto se recordó a los finados líderes de la CTM: Vicente Lombardo Toledano, Fidel Velázquez, Leonardo Rodríguez Alcaine y Joaquín Gamboa Pascoe. Ah, próceres preclaros de la edad dorada...
Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gil meditaba en aquel clásico de Juan Orol: Gángsters contra
Charros. Cosas que piensa Gil cuando se siente fuera de lugar. En una nota de Rosalía Vergara en su revista Proceso, Gilga se enteró de que“con la presencia del presidente Andrés Manuel L(i)ópez Obrador, gobernadores del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y miembros del gabinete presidencial,laConfederacióndeTrabajadoresdeMéxico(CTM)celebrósu84aniversarioyratificó al senador priista Carlos Aceves del Olmo como su secretario general (…) Integrantes del Congreso Extraordinario acordaron actualizarsus estatutos, como lo man dató la Secreta ría del Trabajo y Previsión Social(STPS) para ajustarlos a las nuevas disposiciones sindicales de la Ley Federal del Trabajo (LFT)”.
Ah, les beaux jours, aquellos tiempos en que el Presidente se plantaba ante los confederados y de su ronco pecho brotaban elogios al movimiento obrero, al PRI, a Fidel Velázquez impávido, anteojos de aumento oscuro, pelo cano peinado hacia atrás, líder sereno, pero firme como un roble de las fuerzas vivas. Las crónicas de Monsiváis arrasaban no sin ironías destructivas: charros-transas. Pues Gil les tiene una noticia: hemos regresado y no precisamente al futuro, sino al pasado, pasado.
La plenaria (gran palabra) amplió de siete a 10 los secretarios generales. Todos ellos líderes de los trabajadores mexicanos. Oh, sí. El Presidente Liópez Obrador clausuró el acto con un encendido mensaje dirigido a 20 mil cetemistas reunidos en la Plaza de la República. En el acto se recordó a los finados líderes de la CTM: Vicente Lombardo Toledano, Fidel Velázquez, Leonardo Rodríguez Alcaine y Joaquín Gamboa Pascoe. Ah, próceres preclaros de la edad dorada.
Viajar en el tiempo
Mientras Gil leía la nota de Rosalía Vergara, estuvo convencido de que había viajado en el tiempo. Gamés tomó entre sus manos el suplemento“LaCulturaenMéxico”deseptiembre de 1975, un Aguilar Camín de apenas 29 años escribió una crónica titulada “Ataca matraca”: “En el principio era el PRI, y el PRI era el Palacio de los Deportes y el ruido de las matracas en el estacionamiento ritmando como una granizada la Marcha de Zacatecas: ese aire de feria de pueblo, de fiesta mexicana en cuya periferia se obtiene la primera noción de ser un intruso, de asistir a un acto público secreto, al ritual tumultuoso de una cofradía cuyo sentido sólo es inteligible para los iniciados”.
Gil cantó: olvidemos el pasado, olvidemos el pasado y volvamos a Obrador. El Presidente llegó con las secretarias de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján; de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval; de Energía, Rocío Nahle; de Bienestar, María Luisa Albores, y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; así como el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo.
También estuvieron la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum; el director del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), Carlos Martínez Velázquez; y el del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo. La plana mayor, ni más ni menos, para festejar los 84 años de la CTM. No somos nada.
Y vengan, gobernadores, a la celebración, faltaba más, faltaba menos. Acudieron priistas como Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila; Omar Fayad, de Hidalgo; Alfredo del Mazo, del Edomex; Héctor Astudillo, de Guerrero; Juan Manuel Carreras, de San Luis Potosí; José Ignacio Peralta, de Colima; Alejandro Murat, de Oaxaca; Francisco Domínguez, de Querétaro —el único panista— y senadores como Manuel Añorve y Eviel Pérez Magaña, entre otros.
También los empresarios tragan pinole: el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar Lomelí estuvo presente. Gran fiesta, a todo meter, ese es el pasado que le gusta a Liópez.
Enseñanzas frescas
Carlos Aceves del Olmo, líder de la CTM afirmó: “Las enseñanzas de Lázaro Cárdenas del Río todavía están frescas. No debemos conocerlo nada más por la expropiación petrolera. El general Cárdenas enfrentó grandes resistencias que dieran como resultado la mejora de la sociedad. México se pierde constantemente en sus diferencias, pero ya es tiempo de trabajar en nuestras coincidencias”.
López Obrador, quien clausuró el evento, recordó el aumento al salario mínimo de 16% en 2019 y 20% en 2020, después de que, en 40 años, no había aumentado. “Fue por un acuerdo entre el sector obrero y el empresarial, lo reconozco y lo celebro. Los empresarios del México de hoy no son explotadores o esclavistas como en el Porfiriato”. Ciertamente: nuestros años felices.
Todo es muy raro, caracho, como diría el político inglés Harold MacMillan: “Deberíamos usar el pasado como trampolín y no como sofa”.
Gil tiene una noticia: hemos regresado y no precisamente al futuro, sino al pasado, pasado