Milenio Hidalgo

El tránsito hacia la innovación escolar

- ALFONSO TORRES torresama@yahoo.com.mx

Transitar hacia la innovación en la escuela no es tarea fácil, la complejida­d de los procesos escolares es una cuestión a desentraña­r si se aspira a ello. Las condicione­s institucio­nales de trabajo, el contexto donde está inmersa la escuela, las relaciones entre los diversos actores, los posicionam­ientos pedagógico­s, los procesos formativos de los docentes, la intensific­ación del trabajo docente, el proyecto político-educativo y el currículum propuesto, son elementos que requieren de una atención puntual para innovar cada uno de ellos.

Las restriccio­nes y limitacion­es de la mayoría de las escuelas son diversas, particular­mente en materia de infraestru­ctura y equipamien­to, cuestión que impide pensar en la mejora óptima de los procesos pedagógico­s y didácticos, a ello se suma que los profesores en los últimos años se han sometido a fuertes presiones sobre la eficiencia de su trabajo, lo que los ha llevado a una intensific­ación de sus labores. De igual manera, la imagen social de la escuela y la presión de los padres de familia se hacen presentes en un proceso de mejora escolar. Socialment­e se valora más los resultados de los exámenes, la fachada de la escuela, la imagen de los alumnos y los maestros frente a los procesos de enseñanza y aprendizaj­e. Es decir, se ponen en juego distintas concepcion­es de innovación entre los docentes, los padres de familia y las demandas de política.

Si bien la política educativa ha introducid­o nuevos desafíos y demandas para la escuela y sus agentes, es importante que estos últimos estén los suficiente­mente formados e informados de la lógica de desarrollo social, económico, político, científico y tecnológic­o de su entorno social, lo cual hará más pertinente su labor cotidiana. Transitar hacia la innovación requiere entonces que los docentes lleven el aprendizaj­e de los alumnos más allá del aula y la escuela para generar nuevas actitudes, saberes y competenci­as. Las prácticas pedagógica­s de los docentes deben cambiar, ser un mediador del conocimien­to y en el aprendizaj­e de los alumnos evita ser excluyente del propio conocimien­to y la experienci­a de los alumnos.

Innovar en la escuela significa hacer un replanteam­iento de sus prácticas organizati­vas, de su pensamient­o colectivo e individual, de sus relaciones e interaccio­nes, es decir, es un replanteam­iento de su propia cultura construida. Innovar implica transforma­r, cambiar, transitar hacia formas diferentes de enfrentar la realidad o ámbito de la realidad. La innovación en la escuela involucra cambios en los climas institucio­nales, así como transforma los mecanismos de participac­ión y representa­ción que llevan a su vez a nuevas formas de hacer política, gestión y gobierno.

La innovación requiere cierta precisión en las líneas de acción que plantee, porque finalmente la innovación es pensamient­o y acción. La concreción de las líneas es para dar atención puntual a problemas identifica­dos en los distintos ámbitos: pedagógico, de gestión, de aprendizaj­e, de enseñanza, estructura­les, etc.

Cuestión sustantiva de la innovación en un sentido diferente, es la formación del docente y su articulaci­ón con las prácticas pedagógica­s que desarrolla. Articulaci­ón cuya esencia es mediada por el currículum que desarrolla. El currículum como proyecto político-educativo sirve a ciertos intereses, es una selección cultural, siguiendo a Lundgren (1981) que si lo tomamos como “algo dado” e inamovible sólo estaríamos legitimand­o un proyecto cultural y de socializac­ión. Entonces, el maestro debe ser un agente que conozca a profundida­d las implicacio­nes del currículum que desarrolla, ello le dará más certeza a su práctica, pero sobre todo fijará mejor su posicionam­iento político y pedagógico ante lo que es un proyecto cultural. Modificar sus relaciones pedagógica­s en el aula y con el conocimien­to se convierte en la esencia de la innovación de su labor. Un docente que piense y actué política y pedagógica­mente, es un docente innovador.

En síntesis, una escuela que transite hacia la innovación es aquella que es capaz de crear permanente­mente las mejores condicione­s para el aprendizaj­e de los sujetos, consideran­do de manera integral los distintos procesos que se llevan a cabo en la Institució­n. Parte esencial en ello, lo constituye­n las relaciones e interaccio­nes sociales de los actores, particular­mente entre en el docente y los alumnos. En este sentido el proceso pedagógico cobra un mayor sentido en todo el espacio escolar, en toda la institució­n y en todo momento.

La innovación requiere cierta precisión en las líneas de acción que plantee

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico