El final de La academia

Qué cosa tan más gloriosa el final de La academia, ese magnífico cierre que usted, millones de personas y yo, vimos la noche del domingo pasado por Azteca UNO.

Fíjese lo que le voy a decir para que entienda la magnitud de evento especial que tuvimos al aire:

Más allá de lo que significa para este importante reality show de talento, más allá de cualquier cosa, fue una de las mejores transmisiones de toda la historia de Tv Azteca.

Todo estuvo perfecto: la producción, la coordinación, los textos, las ventas, las redes, los jueces, los invitados especiales, los participantes.

Si la televisora del Ajusco se aventara un programa de este tamaño todos los domingos, al menos una vez al mes, le juro que aniquilaría por completo a su competencia.

Y es que lo que la gran final de La academia nos regaló fue simple y sencillamente fabuloso:

Aquello no fue el desenlace de un ejercicio de televisión real, fue un espectáculo de altos vuelos donde tuvimos el privilegio de ver a muchas estrellas de verdad con un grupo bastante numeroso de jóvenes talentos mandándonos un mensaje de superación, de optimismo, respeto y diversidad.

Por supuesto que fue delicioso ver ganar a Dalú, ¿pero qué me dice de las actuaciones de Dulce, Aída Cuevas, Rocío Banquells, Ana Bárbara, Karina, David Bisbal, Pedro Fernández, Samo, Lupillo Rivera y todos los demás?

Ver aquello fue como regresar a los grandes tiempos de la televisión de variedades, a esos contenidos que tanto extrañamos las familias mexicanas.

¡Gracias, Tv Azteca, por esa noche tan bonita! ¡Gracias por un final tan glorioso! ¿O usted qué opina?