Tigres, a renovarse o morir
S i los Rayados del Monterrey se sitúan en el último lugar de la tabla de clasificación, sus compañeros de ciudad, los Tigres, no pueden más que mostrarse preocupados también por el pobre rendimiento que han ofrecido tras las mismas siete jornadas.
Con apenas 7 unidades de 21 posibles, se ubican en el sitio 13 de 18 de equipos, con apenas 8 goles anotados, pese a contar con varios de los delanteros más temibles de la competición.
Ya en algunos otros torneos, los dirigidos por Ricardo Ferretti han demostrado una notable capacidad para recuperarse, basados en el extraordinario plantel que habitualmente presentan. Pocos equipos en la Liga BBVA pueden presumir de tal calidad en titulares y suplentes. No dudo que lo puedan hacer nuevamente, les quedan los partidos suficientes como para no imaginarlos en la Liguilla.
Pero lo que debe revisarse a fondo es el nivel de desgaste que presenta ya una base de grupo conformada por jugadores que han ganado varios títulos y mucho reconocimiento, jugadores que quizá de forma inevitable se sientan intocables.
El mismo entrenador, pese a sus grandiosas condiciones de estratega y líder, muestra un cansancio y fastidio que se ve a la distancia.
Y hay un factor extra... Los Tigres han decidido tener en su plantel, en ese afán de ir por los mejores, a un amplio grupo de jugadores resentidos y dolidos por no tener los minutos como titulares que su trayectoria merece.
Si a este caldo de cultivo se le añaden dosis de indisciplina como de las que hemos tenido noticia (fiestas caseras ruidosas y a deshoras, jugadores que se van por la libre y anuncian su salida del club enlassiguientessemanas),puesbienpuedenestarsedandocondicionesqueponganenserioriesgoun proyecto que ha generado orgullo y respeto entre propios y extraños en al menos la última década.
Ya el directivo Miguel Ángel Garza se encargó de mandar un mensaje duro: las puertas del equipo son muy amplias para quienes se quieran ir.
El mismo entrenador muestra un cansancio y fastidio que se ve a la distancia