“Mundo Imperial, la evolución natural del Abierto Mexicano”
Tenemos un evento de primer nivel en México y a veces siento que no nos percatamos de la tremenda evolución que ha tenido a los largo de 27 años el Abierto Mexicano de Tenis. Esta semana se dieron a conocer los avances en la construcción de lo que será el nuevo complejo ArenaMía Mundo Imperial, donde estará la casa del torneo a partir de 2021. Se trata del tercer gran cambio que ha sufrido la organización en busca de estar a la altura de las exigencias tanto de su creciente audiencia, como de la propia ATP y WTA. Tras siete años en el Club Alemán de la Ciudad de México, fue en 2001 cuando se logró concretar la mudanza a Acapulco, y en 2014 cuando estrenaron nueva superficie de cancha dura, dejando la arcilla en el recuerdo. Ahora hablamos de una nueva apuesta de Mextenis por no solo mantenerse como el torneo favorito de jugadores en la categoría, un reconocimiento que ya se han llevado tres años consecutivos, sino incrementar un excelso nivel de logística y comodidad, claves en el prestigio que han conquistado. Entiendo que puede sonar a una exageración o que pueda ser difícil dimensionar de lo que se trata el AMT si nunca han tenido la oportunidad de asistir, pero en propias palabras de Rafael Nadal es uno de los mejores del mundo y por lo mismo confesó este año su mayor arrepentimiento: haber faltado a la justa entre 2005 y 2013. Su empeño desde 2017 por hacerse presente en cada edición enaltece el torneo, uno que tuvo que atravesar el shock de su lesión hace dos años y su eliminación en segunda ronda hace uno. A raíz de esto, la afición se ha vuelto más madura también; para este 2020 vimos los partidos de lunes y martes más abarrotados de lo normal, pues ya aprendieron que para disfrutar de los favoritos hay que asistir a la actividad desde el inicio. La realidad es que estamos en una etapa dentro del calendario en que aún no vemos quién podría ser la gran figura o revelación del año o en el que los protagonistas de 2019 todavía no retoman ritmo, pero de no ser porque es probable que ninguno de los nueve Masters 1000 del tour de la ATP se baje del barco, no tengo duda que el AMT tendría todo para subir de categoría.
Se trata del tercer gran cambio en busca de estar a la altura de las exigencias