Bloqueo en carreteras
Transportistas piden más seguridad y bajar las tarifas
Eran las nueve de la mañana de un martes cualquiera. Las personas se preparaban para llevar a cabo sus actividades cotidianas, al menos las que esta pandemia ha normalizado desde hace un año, cuando apareció para romper con esa vieja normalidad añorada por todos desde entonces.
Justo a esa hora, un contingente de transportistas de carga ingresó a la autopista Arco Norte con sus pesadas unidades.
Cualquiera habría pensado que la jornada se desarrollaría sin mayor problema, pero había otros planes previamente ideados por los transportistas.
Sus unidades ingresaron a la vía y poco a poco disminuyeron la velocidad hasta detenerse completamente. El contingente provocó un enorme congestionamiento vial.
Los transportistas de la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (Amotac), delegación Zacamulpa (Atotonilco de Tula), tomaron la determinación de bloquear la importante vía para pedir atención a distintos temas que consideran prioritarios para que puedan desarrollar su trabajo.
Está de más decir que esta forma de protesta causó inconformidad entre automovilistas que transitaban en ese momento sobre la vialidad, o que al menos intentaban hacerlo.
Es cierto, se trató de un bloqueo intermitente, pero ello no dejó de generar problemas para que muchos de ellos pudieran cumplir con sus respectivos compromisos.
Erik Bernal era uno de los automovilistas que transitaba por el sitio en ese momento y su molestia por el retraso que implicaba el movimiento de los inconformes era evidente: “los de Amotac deberían ser más conscientes, pasan a afectar a varios usuarios, yo soy uno de ellos, pues por cuestiones de salud tenía una cita y estos desde las 10 de la mañana sin avanzar; en lugar de optar por otra opción nos afectan como usuarios”.
Señaló que aunque sus demandas son legítimas, la protesta causó una severa afectación a terceros, cosa que a los transportistas no importó al momento de evidenciar sus molestias y exigir la atención a sus demandas.
“Entiendo su manifestación, tal vez coincido en algunas cosas con la organización, pero así afectan a más ciudadanos, pues muchos van a su trabajo, y por esto descontarán el día; por salud ya no llegan a sus citas, tal vez hasta emergencias, y aquí varados, pero así es, a esperar. Apoyo al movimiento pero tal vez debe haber otra opción de protesta”, subrayó. Él no fue el único. Brenda Romero también quedó varada en el tráfico, sin opción de avanzar sino hasta que se permitiera intermitentemente la circulación.
Los transportistas exigen más seguridad en carreteras; el retiro de las unidades doblemente articuladas; la aplicación de la normativa de pesos y dimensiones a autotanques de Pemex, y detener de una vez las extorsiones de parte de corporaciones de seguridad de los tres niveles de gobierno.
También pedían la reducción en el costo del combustible y de los peajes en las casetas; reducción de tarifas de grúas; así como el retiro de retenes policiales y comunales por presuntamente entorpecer su trabajo y extorsionarles.
Bajo los fuertes rayos de sol, Irene Mendoza, una mujer originaria de Jilotepec, Estado de México, se trasladaba a la ciudad de Pachuca.
Ella tenía que atender un compromiso laboral, pero el bloqueo en Arco Norte le hizo perder el día y le obligó a reagendar el encuentro acordado días antes: “tenía que estar en Pachuca a cierta hora, pero se detuvo la circulación y ahora ya no llego a tiempo, ya tuve que reprogramar mi cita, ahora ya voy a buscar la manera de retornar a mi lugar de origen”.
Por momentos se reabría la circulación algunos automovilistas expresaban su apoyo a los transportistas, aunque algunos otros mostraban su inconformidad.
Los transportistas inconformes advirtieron que continuarán las protestas si no son atendidas sus demandas.
“Entiendo su manifestación, tal vez coincido en algunas cosas con la organización, pero así afectan a más...”