La cultura devastada
A Gil le dio por pensar en el estado cultural mexicano: una ruina destruida en el presupuesto. No solo no se ha rescatado algo de lo perdido en el terrible año del 2020; al contrario, se le ha recortado lo poco que quedaba
Repantigado en el mullido sillón de su amplísimo estudio, a Gil le dio por pensar en el estado cultural mexicano: una ruina destruida en el presupuesto. No solo no se ha rescatado algo de lo perdido en el terrible año del 2020; al contrario, se le ha recortado lo poco que quedaba.
La secretaria de Cultura se ha dedicado a adoctrinar mediante un proyecto llamado Semilleros; el nombre de Frausto no significa nada, pues no tiene una sola idea que defina su gestión.
El mundo del libro dirigido por Taibo se dedica a editar folletos baratos bajo el sello del Fondo de Cultura Económica sin ton ni son, igual un autor del siglo XIX que uno del siglo XX; vacían las bodegas y ofrecen esta ocurrencia como un plan editorial. En eso terminó la casa editora más importante de México cuya misión durante años consistióen difundir el conocimiento, para no hablar de la tradición literaria mexicana que ocupó sus planes editoriales.Su nueva cara pasada por la cirugía plástica de la fusión de Educal, la Dirección de Publicaciones de lo que fue Conaculta y el FCE ha sido un fracasocomercial,ideológicoyeditorial.LaDirección de Bibliotecas casi ha dejado de existir. Todosestosburócratasculturalesvivenycobran de lo que hicieron sus antecesores.
Lo mismo ocurre con el teatro, ni un peso para rescatar los proyectos independientes. El gobierno usa la televisión pública para hacer propaganda y no para ofrecer programas culturales, y los amigos del Presidentese han repartido emisiones descaradamente. El cine ha caído en un barranco de inactividad, la danza y la música agonizan.
Austeros, pero ricos
Si el trabajo de una Secretaría de Cultura es conservar el patrimonio cultural de un país, este encargo ha sido un fracaso rotundo y lo será aún peor. La política cultural ha pasado de la cantaleta “no hay dinero y somos austeros” al sonsonete “quítenles dinero y hagan cosas para el pueblo”.
Ahora mal sin bien, si a todo esto Gamés le suma el escandaloso proyecto de Chapultepec, la cosa es para darse de topes: mil 800 millones de pesos en el primer año para hacer en un bosque, que ya existe, un gran parque,poner museos dónde tenemos el de Antropología e Historia y muchos más. Una locura, con esa cantidad de dinero y dos dedos de frente se reactivaría todo el sector cultural que arrasó la pandemia.
Un rescate
Gamés ha seguido en esta página diversos rescates culturales en el mundo durante la pandemia. Resumió entre otros el caso francés. Ahora presenta aquí la forma en que el gobierno de Francia ha añadido dinero al cuidado de su patrimonio histórico, si se deprimen ni modo.
En enero de 2021 el Ministerio de Cultura francés destinó 160 millones de euros para sostener la inversión en materia de monumentos históricos, de museos territoriales, de archivos y equipamiento de espectáculos:80 millones de euros para el “plan de catedrales”;40 millones de euros para la restauración de monumentos históricos pertenecientes a colectividades territoriales y a propietarios privados;20 millones de euros para los proyectos de renovación de museos territoriales y archivos;y 20 millones para apoyar la transición ecológica en los equipamientos de espectáculos en vivo.
En total hay 174 proyectos de inversión en el campo del patrimonio cultural y 46 operaciones en el campo de espectáculos en vivo que contribuirán notablemente a asegurar el carácter y el desarrollo del savoirfaire en el campo del patrimonio y a sostener el conjunto de empresas que intervienen sobre los monumentos históricos.
A esas operaciones se agregan las conducidas por el Centro de Monumentos Nacionales (140 millones de euros), así como las operaciones de renovación y digitalización en las escuelas de enseñanza superior (70 millones de euros).
Próximamente se anunciará el plan de relanzamiento en favor de los espectáculos en vivo a escala regional (60 millones de euros), así como la programación detallada de los créditos destinados a las bibliotecas (30 millones de euros).Estas medidas excepcionales serán objeto de un seguimiento preciso y regular en su puesta en marcha, en colaboración con el ministerio de Economía, de Finanzas y del Relanzamiento, así como el Ministerio de Cuentas Públicas.
Todoesmuyraro,caracho,comodiríaDiógenesLaercio:“Laculturaesunadornoenlaprosperidadyunrefugioenlaadversidad”.
Lo mismo ocurre con el teatro, ni un peso para rescatar los proyectos independientes
Gil s’en va