Ansiedad, angustia y desesperación
Liópez Obrador ha difamado, injuriado, agraviado a diversas personas e instituciones, pero en especial a uno de los más reputados ex ministros de la Corte, un jurisconsulto como pocos en México: José Ramón Cossío
Gil caminaba sobre la duela de cedro blanco víctima de lo que su amigo Roberto Gavaldón llamó no sin talento nocturno el síndrome de Los Tecolines: ansiedad angustia y desesperación. Ya en serio: ¿a nadie le sobra una vacuna Pfizer? Paciencia, se dice Gil a sí mismo, ya vendrá en su momento. Gamés teme que le toque la vacuna Topochico, aprobada por la Cofepris dirigida ahora por un joven médico de origen cubano. Gilga: ¿a ti cuál te pusieron?: ¿A mí? La Topochico, una sola dosis, quedas inmune para la eternidad. Cuando Gil ya preparaba su blanco brazo para ser picado por la aguja que inocularía el biológico (así se dice), se enteró en las noticias (así se decía antes) de que se iniciaba la vacunación en la Venustiano Carranza. ¡Mecachis en veinte! Sí, Gilga sabe que se puede hacer esa trampa llamada turismo de vacunación, o se puede volar a Texas, pero le gustaría ser vacunado en su lugar de origen: la Cuauhtémoc. En esta alcaldía hay 94 mil adultos mayores. Mientras tanto, la única vacuna se llama tapabocas y Gil, añade, careta. Qué triste es la vida así. Esnif, esnif, esnif.
Gamés leyó un artículo de Raúl Trejo Delarbre que a su vez cita a varios investigadores de primera línea que afirman que hay una alta probabilidad, probada científicamente, de que México haya llegado ya a 500 mil muertos por covid. Ellos son: Lina Sofía Palacio Mejía, Jorge Leonel Wheatley, Iliana Ordóñez, Ruy López Ridaura, investigadores de primera línea. En el número marzoabril de la revista Salud Pública de México estos autores publicaron “Estimación de excesos de mortalidad por todas las causas durante la pandemia del covid en México”. Una tragedia de dimensiones colosales. Gilga insiste, ¿a alguien le sobre una vacuna?
Contra el Poder Judicial
Gil ha burilado una máxima: hay de mañaneras a mañaneras. Gran aforismo. A la que se refiere Gamés es histórica, pues se trata de una embestida contra el Poder Judicial como Gilga no recuerda otra. Enfurecido porque un juez de Distrito puso en suspenso a la Ley Eléctrica, el Presidente montó en su caballo y en cólera. ¡Que se le investigue! He mandado una carta a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. En esas letras, Liópez Obrador ha difamado, injuriado, agraviado a diversas personas e instituciones, pero en especial a uno de los más reputados ex ministros de la Corte, un jurisconsulto como pocos en México: José Ramón Cossío. Con maña política insólita ha tratado de exhibir alguna de las resoluciones que el ex ministro impulsó, por cierto, con otros y otras.
Gil podría escribir aquí que se trata de una canallada, pero no lo va a escribir porque podría tener alguna consecuencia. ¿No piensas como yo? Eres un miserable conservador. Alguien está fuera de sus casillas. Al Presidente no le han explicado, porque él lo sabe, que el Poder Judicial no está al servicio del Estado y el gobierno en turno; antes al contrario, un ciudadano puede obtener un amparo provisional mientras los jueces van al fondo del asunto. El mundo está repleto de litigios entre particulares, y entre particulares y el gobierno y al revés. Total, el Presidente era un basilisco.
Gamés ha llegado a pensar que todos aquellos que han sido agraviados en la mañanera por Liópez Obrador crecen éticamente, como si su moral se fortaleciera ante la injuria. ¿Lo dudan? Vean, revisen las trayectorias de los difamados. Jesús, ¿me das la lista de los conservadores? Ah, no, perdón, así no es la cosa.
¿No piensas como yo? Eres un miserable conservador. Alguien está fuera de sus casillas
Salgado presunto violador
Como todo está patas parriba, mientras el Presidente agravia a un jurisconsulto, un estudioso, un conocedor de la historia de las leyes como Cossío, sus huestes apoyan a un rufián. El candidato de Morena a la gubernatura de Guerrero, Félix Salgado Macedonio, afirma que apoya a las mujeres, él, que tiene una carpeta de investigación abierta por acosos y violación. ¿Estamos locos? ¿Quién le va a hacer una entrevista larga a Salgado? Gil quiere oírla, o leerla. Anden, amigos reporteros, denle un gusto a Gilga.
Todo es muy raro, caracho. Como diría Amado Nervo: “La verdadera grandeza, no necesita la humillación del resto”.