El deporte reacciona a la ley de Georgia
En un nuevo capítulo del deporte y su involucramiento en la política, toca apuntar lo que ha estado sucediendo alrededor de la polémica nueva ley que el estado de Georgia, donde esta semana empieza el prestigioso major del tour de la PGA, el Masters de Augusta, firmó el mes pasado.
Entre las nuevas medidas de la legislación que restringe el voto, en un ya de por sí complicado sistema electoral en EU, está el limitar el uso de votación por mail, vuelve un crimen el acercarse a los votantes en las filas a ofrecerles agua y comida y pide más requerimientos de identificación para boletas de voto ausente.
Los primeros equipos profesionales en manifestarse con comunicados contra la ley, que afecta sobre todo a las minorías, fueron los locales Atlanta Dream del baloncesto femenino, los Falcons de la NFL y los Hawks de la NBA. Y si bien en una aplaudida postura las Grandes Ligas, que no suelen ser conocidas como una Liga activista, movió la sede de su Juego de Estrellas 2021 de Georgia a
Colorado en protesta, el evento deportivo consentido del estado, Augusta, fue un tanto criticado por no presentar una postura como organización, y escudarse en el impacto económico de 50 millones de dólares que tienen en el estado cuando se lleva a cabo sin restricciones.
Pero, incluso, el tratar de mantenerse neutrales también conlleva una postura política. No debería sorprender, considerando que el torneo no admitió a ningún miembro de raza negra hasta 1990.
Aunasí,enlapreviadelarranquedelprimermajor de la temporada, algunos golfistas han aprovechado para mandar un mensaje. Cameron Champ, uno de losgrandesprospectosdelgolf,declaróquelamedida es impactante y frustrante: “En verdad afecta a la comunidad de raza negra y se vuelve difícil votar”.
El cuatro veces ganador de un major, Rory McIlroy,dijoque,sibienteníaquesercuidadosoconloque dijera, ya que no es ciudadano del país, creía que los grandes países y democracias se basan en derechos igualitarios de voto y que para todos debería ser de fácil acceso. Mientras que Collin Morikawa aseguró que el tema del que todos deben hablar es el de los derechos del votante y no sobre si los golfistas están en la sede jugando.
La PGA, que no controla al Masters, ya confirmó que no moverá de Atlanta el cierre del tour en septiembre debido al compromiso económico que tienen con las fundaciones y comunidad local. La ley ha sido criticada no solo por grupos de derechos civiles, sino también por empresarios y grandes compañías privadas del estado como Coca Cola y Delta Air. Una vez más el deporte se trasciende a sí mismo, las principales figuras ya no tienen miedo de hablar, mientras que cada vez más instituciones se suman a las posturas de sus propios protagonistas, los atletas.
Otra vez el deporte se trasciende a sí mismo, las figuras ya no tienen miedo de hablar