Tigres, el momento del cambio
Todos estos últimos años en la que los Tigres, siempre dirigidos por Ricardo Tuca Ferretti, daban muestras de debilidad o inconsistencia, se podía asegurar que a la mitad o al final del torneo repuntarían y terminarían por ser el equipo temible con grandes figuras en cada línea.
Pero este campeonato que tiene al Cruz Azul y al América en la categoría de intratables, los Tigres lucen un desempeño tan mediocre que quien apueste a que no resurgirán puede ser que gane sin contradicción alguna.
La tristísima actuación que los universitarios registraron la noche del pasado sábado ante el América marcó de forma diáfana que a este club le urge una renovación de jugadores casi en todas sus líneas. De entrada, y de forma urgente, en la línea defensiva. Ni Carlos Salcedo, ni Diego Reyes, ni Hugo Ayala, ni Francisco Meza son los defensores centrales que merece y exige un equipo con las altísimas pretensiones y exigencias de los felinos.
A los dos primeros, titulares en el último duelo, les dieron una arrastrada absolutamente impropia los delanteros americanistas. El segundo de ellos terminó perdiendo las formas y tras una doble amarilla se fue expulsado.
La segunda línea que prende focos rojos es la de la contención. Ni el galardonado Guido Pizarro, ni el otrora incuestionable Rafael de Souza, hoy parecen dar garantía alguna. Parecen hartos, desgastados. El brasileño se fue también expulsado tras dar una descaradísima patada.
Y en ataque, el francés André-Pierre Gignac está más solo que nunca. Pero quizá el que menos le aporta a toda la ofensiva es Javier Aquino, uno de los consentidos del Tuca, que hoy no atina un desborde o un pase para gol.
Hoy a los Tigres les faltan entre 5 y 6 titulares. Jugadores que tampoco están en los relevos que habitualmente salen como suplentes. Ni Nicolás El Diente López, ni Leonardo Fernández tienen la confianza total del entrenador. Es momento de buscar, cambiar e invertir.
Quien apueste a que no resurgirán puede ser que gane sin contradicción alguna