Desarrollan embriones con células de mono y humano
Científico español lidera estudio realizado en China
Cell.
En la ciencia se conoce como quimera a los organismos creados en el laboratorio con células de dos especies diferentes. Y los avances logrados en este campo en los últimos años hacen que esta acepción cobre cada vez más protagonismo.
El último logro significativo tiene sello español. El equipo de Juan Carlos Izpisúa −desde el Instituto Salk de La Jolla (EU) y la Universidad Católica San Antonio de Murcia− ha desarrollado, por primera vez, quimeras de humano y mono. En concreto, los investigadores han creado embriones con células de macaco y humanas, algunos de loscualeshansobrevividohasta20 días. El experimento se ha llevado a cabo en un laboratorio en China.
El objetivo de la investigación, subraya Izpisúa a través del correo electrónico,noeslacreacióndeuna nuevaespeciehíbrida.Dehecho,los embrionesnosehanimplantadoen ningúnorganismoysudesarrollose ha detenido sin que se cumplieran lastressemanasdegestación.
“Fabricar órganos”
La finalidad del experimento, continúa, es proporcionar un mayor conocimiento sobre las muy desconocidas primeras fases del desarrollo y, a más largo plazo, avanzar en la posibilidad de que puedan “fabricarse” órganos humanos en un organismo animal.
“Por razones obvias, es casi imposible estudiar el desarrollo humano embrionario temprano de forma natural. Por tanto, la creación de modelos quiméricos in vitro nos permite avanzar en el conocimiento de los posibles errores que se producen en las primeras etapas de la embriogénesis”, detalla Izpisúa, quien reconoce que la investigación suscita importantes cuestiones éticas.
Uno de los objetivos de la biología experimental es “el desarrollo de modelos que permitan estudiar las enfermedades y biología en condiciones‘invivo’”,añade.Estos modelos también podrían ser útiles como plataforma para la evaluacióndelaeficaciayseguridadde losfármacosy,enúltimainstancia, para avanzar en la medicina regenerativa y de trasplantes.
Para llevar a cabo la investigación, los científicos partieron de blastocitos de macaco a los que, seis días después de su creación, les inyectaron 25 células humanas. En concreto, las células infundidas eran un tipo de células madre, desarrollado hace unos años en el laboratorio de Izpisúa.
El científico español remarca que el trabajo ha sido posible gracias a que el equipo de Weizhi Ji, de la Universidad de Ciencia y TecnologíadeKunmingenYunnan(China), y parte esencial en la investigación, generó el año pasado una tecnología que hizo posible que embrionesdemonosobrevivieran y crecieran fuera del cuerpo.