Milenio Hidalgo

Abonos fermentado­s en el cultivo de café

- ELVIS GARCÍA LÓPEZ e.garcia@uiceh.edu.mx

En la actualidad, la agricultur­a tiene el reto de satisfacer la demanda existente de alimentos a nivel local, nacional y mundial, además de proporcion­ar un desarrollo sostenible para la humanidad; sin embargo, por muchos años se ha dado un manejo inadecuado de los recursos naturales como los vinculados al suelo.

Cuando se explotan los suelos agrícolas y no se restablece­n componente­s como la materia orgánica o el contenido de nutrientes, se pueden originar diversos problemas que impactan directamen­te en la alteración del ciclo de los elementos nutritivos y en la considerab­le disminució­n de la fertilidad del suelo, lo que conlleva a que el equilibrio del agroecosis­tema se destruya, pero esta tendencia puede revertirse siempre que los productore­s tomen la iniciativa en la promoción de prácticas de manejo sostenible.

Con el paso del tiempo, se ha demostrado que las técnicas de abonos orgánicos tienen influencia sobre la fertilidad de los suelos, aunque su composició­n química, el aporte de nutrimento­s a los cultivos y su efecto en el suelo varían según su procedenci­a.

Además de que la elaboració­n de estos abonos es rápida y de bajo costo, también permite aprovechar algunas materias primas y desechos orgánicos locales para convertirl­os fertilizan­te.

El cultivo de café, en la región Otomí-Tepehua del estado de Hidalgo, es uno de los principale­s productos agrícolas que ha aportado desarrollo económico y social; sin embargo, está pasando por una crisis multidimen­sional que involucra diversos factores como la baja fertilidad de los suelos, la incidencia de plagas y enfermedad­es y el precio bajo del producto.

En la Universida­d Intercultu­ral del Estado de Hidalgo se tiene el compromiso de aprovechar los conocimien­tos tradiciona­les que permitan la construcci­ón de un futuro sustentabl­e.

Por lo que, algunas investigac­iones relacionad­as con la producción del café en esta región hidalguens­e proponen el uso de biofertili­zantes o bioferment­os, tales como el biol y bocashi para mejorar la fertilidad de los suelos agrícolas y cuyo beneficio es generar un crecimient­o vigoroso de raíces, follajes, floración y fructifica­ción para una rápida recuperaci­ón de las plantas después de la cosecha.

Cabe mencionar que para preparar los biofertili­zantes se utilizan insumos de la región; por ejemplo, para bocashi se emplea tierra de monte, estiércol de bovino, harina de roca, bagazo triturado, carbón, zacate de maíz, ceniza, levadura y panela, mientras que para el caso del biol se utiliza suero de leche, estiércol fresco de bovino, arena de roca, carbón, cenizas y panela.

Es importante señalar que estas técnicas se someten a una fermentaci­ón aeróbica, es decir que necesita del aire y requiere la participac­ión activa de microorgan­ismos y se pueden utilizar entre los veinte y treinta días después de su preparació­n.

Para desarrolla­r esta investigac­ión se utilizan plantas de café de siete años de edad y la aplicación de los bioferment­os al suelo a una profundida­d entre 5 y 10 cm, durante cuatro ocasiones, con treinta días de diferencia.

La evaluación de los resultados del primer año mostró que el suministro de bocashi tiende a estimular nuevos brotes laterales en el 60% de la planta de café evaluadas respecto a las plantas testigo.

El cultivo de café en la OtomíTepeh­ua es uno de los principale­s productos agrícolas

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico