El alcalde que quiere ser Presidente
Gobernó la ciudad más grande del país y es una figura internacional que hace años quiso ser candidato a la Presidencia, sin conseguirlo. Ahora regresa con más energía para la próxima elección presidencial y mientras ésta llega se encuentra en búsqueda de partido.
No es nuestro canciller, aunque el perfil coincide en algunos datos, no, se trata del dos veces alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, quien busca competir por la presidencia en las elecciones de mayo por el Partido de la U (Unión por la Gente).
Peñalosa quiere poner en práctica en todo su país las lecciones que ha aprendido como alcalde y consultor urbano en decenas de ciudades en el mundo, desde Estados Unidos hasta Australia, desde África hasta Asia, pasando por México, donde trabajó hace una década en Culiacán.
Conocido por la creación de Transmilenio, el sistema de buses rápidos que revolucionó el mundo del transporte público y que ha sido adoptado en cientos de ciudades, Peñalosa también es un convencido de la importancia del espacio público, el sitio de encuentro por antonomasia de todas las clases sociales. En su gestión como alcalde apostó por la liberación de aceras (de vehículos) y la peatonalización de calles, además de la construcción de megabibliotecas, parques y colegios.
Es un franco opositor a la construcción de segundos pisos y distribuidores viales: “En el mundo ya es claro que las autopistas urbanas destruyen la ciudad. Todas las autopistas urbanas, aun a nivel, son como un río venenoso, que deshumaniza, que destruye el valor de la finca, sobre todo si es vivienda”.
Economista por la Universidad de Duke y desilusionado del socialismo en su juventud, encontró en la ciudad el potencial para generar igualdad y felicidad, tal como nombró al libro que acaba de publicar: Ciudad, igualdad, felicidad (Villegas editores, 2021), donde reúne la experiencia adquirida en sus dos periodos como alcalde de Bogotá, entre 1998 y 2000 y entre 2016 y 2019.
Aún no llega a México (está en busca de editorial) pero ese libro pronto tendría que convertirse en manual de consulta para alcaldes y gobernadores que de verdad se interesen por mejorar la vida de sus gobernados. Mediante la política, dice Peñalosa, “podemos volver realidad los sueños para que nuestra ciudad se vuelva un mejor sitio para vivir” y aunque en el camino se encuentran grandes resistencias “vale la pena dar esas peleas si lo que se busca es la igualdad, sin importar los costos, o las derrotas”.
A sus 67 años, este político y urbanista sostiene que el uso de la bicicleta es un indicador de igualdad, pues vuelve a las ciudades más incluyentes e igualitarias. “Cada ciudadano que se moviliza en bicicleta contribuye a que haya menos tráfico, menos calentamiento global, menos gastos en salud. Es un héroe cívico y debería ser tratado como tal”.
Una ciudad buena para andar en bici es una buena ciudad. Demuestra que respeta la dignidad humana y a los más vulnerables y que la gente se siente segura en el espacio público. El ex alcalde también tiene una propuesta para la seguridad, materia para otro artículo; por ahora no hay que quitarle el ojo, puede ser el próximo presidente de Colombia.