Milenio Hidalgo

Las fortalezas de la Guardia Nacional

- JUAN IBARROLA C. j.ibarrola@cadenadema­ndo.com @elibarrola www.cadenadema­ndo.com

A3 años de creada la Guardia Nacional (GN), esta semana se abrió el debate sobre el fracaso o éxito de la misma. Análisis en medios y redes sociales dan cuenta de las debilidade­s de la GN; sin embargo, llama la atención que quienes hacen estos análisis no reconozcan una sola fortaleza.

Detenernos en su origen ya es intrascend­ente. Lo productivo será la visión y la esperanza de lo que la GN ofrece y ofrecerá a los mexicanos, ya que en sus debilidade­s, nadie reconoce que el fracaso no es de esta institució­n, en todo caso, éste se debe al anula acciónde los tres órdenes de gobierno, quienes solamente se limitan a observar ya culpar; el fracaso radica en solamente transferir la responsabi­lidadalas fuerzas armadas ya la G N.

El fracaso de la seguridad pública en México ha sido la imperiosa necesidad de politizarl­a por parte de presidente­s, gobernador­es y alcaldes.

El fracaso ha sido que quienes gobiernan son simples observador­es en vez de ser enérgicos ejecutante­s.

Un cuerpo de seguridad nacional que no cuente con la confianza ciudadana, entonces sirve para maldita la cosa. Actualment­e, la GN cuenta con más del 80% de aprobación ciudadana, solo por debajo de la Armada y el Ejército, lo que de sí genera una fortaleza que, soportada en la aceptación de los guardias nacionales por entender que una de sus misivas es la proximidad social, entonces se alcanza un objetivo primario muy importante.

La llegada del Gral. De Brig. DEM. Ernesto Joaquín Geminiano Jímenez como el nuevo Jefe General de Coordinaci­ón Policial de la GN, sin duda dará una dirección operativa y estratégic­a muy importante y eficiente para los retos que enfrenta la institució­n.

Uno de ellos, sin duda, es la consolidac­ión de la GN antes de que termine el sexenio.

Otro será la integració­n de la Guardia Nacional a la Sedena, con todo lo que ello implica.

Transitar en el debate de la militariza­ción de la seguridad pública no es motivo de este texto; lo importante radica en aceptar, como lo hizo el General Secretario Luis Cresencio Sandoval, el pasado jueves, que “En México, desde hace años enfrentamo­s una compleja situación en materia de seguridad pública, que ha implicado respuestas a través de propuestas jurídicas e institucio­nales, sin que estas hubieran podido alcanzar los resultados esperados por la ciudadanía”.

El Alto Mando del ejército y la fuerza aérea reconoció que “esta trascenden­tal e imposterga­ble tarea, motivó la conjunción de esfuerzos y voluntades de los poderes de la unión, institucio­nes federales, gobiernos estatales y sociedad entorno a la conformaci­ón de la Guardia Nacional”.

Estamos a punto de que las tragedias en materia de seguridad pública sean irreversib­les.

Ya es tiempo de enfrentar las amenazas con fortalezas, en vez de debilitars­e ante los retos.

Toque de Silencio.

Ningún presidente de México se ha equivocado en elegir a sus secretario­s de Defensa o Marina.

Mi pésame por el fallecimie­nto del General Gerardo Clemente Ricardo Vega García.

Fue el primer Alto Mando militar, después de 70 años de gobiernos priistas, que demostró la siempre lealtad institucio­nal de los soldados mexicanos.

Tres de Diana.

Ayer se cumplieron 125 años de la creación de la Heroica Escuela Naval Militar.

Muchas felicidade­s a las mujeres y los hombres que han egresado desde entonces.

“El que ha de reprender… debe ser irreprensi­ble”.

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