Fabrican agentes de EU falsas pruebas para inculpar a paisanos
De 2000 a la fecha al menos 21 mexicanos fueron encarcelados por delitos que nunca cometieron y luego liberados por falta de pruebas, según el Registro Nacional de Exoneraciones
La selección no fue aleatoria. El oficial de Chicago Reynaldo Guevara tenía la fotografía en la mano cuando obligó a dos hombres que desafortunadamente pasaban por la avenida Hamlin a elegir a Ricardo Rodríguez.
Ese acto tan ordinario, estirar el dedo índice, sostenerlo en el aire unos segundos y flexionar nuevamente al centro de la mano, definió durante 20 años la vida de Rodríguez, un joven mexicano de 22 años acusado de asesinar a un vagabundo. Fue con las famosas pesquisas visuales que se realizaron en un cuarto gris de luz blanca y una mesa de metal con un par de fotografías extendidas.
Ahí estaba la de Rodríguez: un rostro afilado, pómulos pronunciados, ojos achinados, ceja curva, pelado y a pesar de eso con unas entradas que se notaban bien pronunciadas, además de un bigote incipiente. Una cara bastante común. Aun así, se decidieron por Ricardo.
Por primera vez MILENIO revela que desde el año 2000 a la fecha, 21 mexicanos han sido encarcelados injustamente, acusados por agentes del orden estadunidense que fabricaron pruebas en su contra.
El modus operandi es el mismo y ni con el pasar de los años se han modificado las fabricaciones de culpables mexicanos.
A través de una revisión de archivos públicos, expedientes en cortes locales y federales, así como en el Registro Nacional de Exoneraciones de Estados Unidos, se elaboró una base de datos propia que revela que el total del tiempo que pasaron en prisión estos mexicanos suma 259 años.
Y de hecho al revisar parecen casos calcados: mexicanos jóvenes, indocumentados, morenos, encarcelados gracias a los testimonios falsos de policías estadunidenses. Entre los delitos se encuentran homicidio, abuso sexual, etcétera.
Estos hombres pasaron entre dos y 28 años encarcelados en distintas prisiones de la nación vecina, recluidos en conLópez. diciones terribles por crímenes que no cometieron y que muchos años después lograrían demostrar su inocencia.
Según el Registro Nacional de Exoneraciones de Estados Unidos, desde el año 2000 a la fecha se han registrado 331 exoneraciones de latinos en ese país. Los años con más liberaciones fueron 2015 y 2016.
En lo que va de 2022 se ha comprobado la inocencia de seis hispanos, cinco de ellos fueron acusados de homicidios y perdieron en prisión entre 15 y 28 años por delitos que no cometieron.
De acuerdo con el registro, el promedio de años que tarda un latino en demostrar su inocencia es de 7.5.
Todo en contra
Según el agente Guevara, dos testigos a quien él detuvo y obligó a identificar, aseguraron que fue Ricardo quien el 16 de diciembre de 1995 se transportaba abordo de un automóvil en el noroeste de Chicago cuando abrió fuego contra la gente que andaba por ahí. Ese día recibió un disparo mortal Rodney Kemppainen, un vagabundo de 38 años que estaba cerca.
A partir de ese momento todo estaba armado para incriminar a Ricardo, quien no tuvo oportunidad de defenderse. Durante todo el juicio fue la palabra de Guevara, un veterano de la policía de Chicago, que había logrado esclarecer numerosos crímenes, contra la de él, un joven inmigrante.
El policía imponía: un hombre robusto de cabello blanco, que siempre andaba con sus gafas tipo de aviador y que caminaba con un andar pesado, como si tuviera ladrillos de barro en los pies.
Durante el juicio Guevara testificó que había recibido un aviso anónimo de que Rodríguez era el pistolero, por eso directamente enseñó a los dos testigos la fotografía del joven. El 19 de marzo de 1997 fue condenado en Illinois a pasar 90 años en prisión.
Siempre dijo que era inocente. Aunque eso en prisión no es novedad, pues quienes han pasado por ahí dicen que es una frase común. En el caso de Rodríguez era verdad y tardó 21 años en demostrar que no asesinó a nadie aquel día.
El mexicano Daniel Ochoa tardó 17 años en demostrar que fue engañado por el detective José Fue hasta el 23 de octubre de 2019 que la fiscalía desestimó los cargos.
La defensa del mexicano lo logró luego de demostrar que López tenía un “historial prodigioso” de mala conducta. Lograron recabar más de 50 denuncias de ciudadanos que demostraban una variedad de conductas indebidas a lo largo de su carrera.
Otro caso de falsos culpables es el de Alejandro Domínguez, otro migrante mexicano que fue acusado de violar a una joven de 18 años en Illinois. En ese entonces tenía solo 16. Un detective instigó a la víctima a asegurar que el paisano fue su atacante.
La fiscalía no hizo una prueba de ADN, no analizó los residuos. Nada. Fue nueve años después cuando ya estando tras las rejas, el juez aprobó que se hiciera un estudio. Negativo. Domínguez no fue el atacante.