No estamos para desperdiciar factores de crecimiento
No hay juegos suma cero en política monetaria. Siempre se sacrifica algo, dependiendo de las prioridades de cada país. Por ejemplo, si la estabilidad del peso y por ende de los precios es prioridad, sabemos que el instrumento del precio del dinero, es decir, de las tasas de interés, queda comprometido para aumentarlas cuando hay un riesgo inflacionario y esto puede afectar la inversión de largo plazo, aunque estabiliza las inversiones de corto plazo de los mercados financieros, y disminuye la volatilidad y por ende el riesgo en dichos mercados de corto plazo.
El compromiso adquirido desde 1991 de integrarnos con el bloque comercial de Norteamérica a través del Tratado de Libre Comercio nos comprometió igualmente a una convergencia en precios y en inflaciones para dar más certidumbre al comercio internacional entre los tres países, comprometiendo en cierta forma la independencia de nuestra política monetaria, que tendría que mantener estabilidad cambiaria a través del mantenimiento de la brecha de tasas de interés. Si la Fed sube sus tasas 175 puntos base, pues para allá tendría nuestro banco central que ir, como ha sucedido recientemente.
Sin embargo, si sabemos que hay un sacrificio en un aumento de tasas vía menor inversión de largo plazo, opino que el instituto central debería, en estos tiempos de incertidumbre inflacionaria, monitorear más acuciosamente cómo se mueven los diferenciales de otras variables, como es la inflación esperada.
Con certeza hay una acción antiinflacionaria de control de precios de los combustibles y la electricidad que está ubicando nuestra inflación esperada por lo menos 200 puntos base respecto de la de EU. Por lo que esto nos llevaría a concluir que un alza de 175 puntos base en las tasas del Fed no tendría por qué haber implicado un alza igual en México, en aras del efecto negativo que esto significa para la inversión.
Para mí, es tiempo de que Banxico revise, al menos mientras duren las presiones inflacionarias importadas y mientras dure el control de precios de energéticos establecido por el gobierno de AMLO, su política de diferencial de tasas con EU. No estamos para acolchonar presiones cambiarias a cambio de crecimiento.
Siempre se sacrifica algo, dependiendo de las prioridades de cada país